Último testigo del imperio maya.

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Si visitas Toniná, pon atención a la estilística en su arquitectura: imágenes del monstruo de
la tierra, deidades acuáticas, aves celestes y dragones del inframundo, así como la greca espiral escalonada.

Se mezclan elementos ornamentales del estilo Chenes, de Campeche, y del Puuc de Yucatán.

Los espacios que el visitante no debe perderse: 1. El Altar de los Sacrificios. Rodeado por cuatro escalinatas, con una escultura que representa el momento en que decapitan a un jugador de pelota.

2. El Palacio de las Grecas. Fachada con cuatro grecas escalonadas. Sobre ésta se añadió una banda celeste con los símbolos de los planetas, y el sol. Remata en un escudo de guerra.

3. El mural de las Cuatro Eras. Cuatro mundos construidos y destruidos por el dios Kukulcán. Hay cabezas de personas decapitadas, dioses y elementos del cielo, el agua y la tierra. Frente a este mural hay un altar en rojo, lleno de huesos cruzados, con una escultura en piedra.

4. La estatua rojiza de Tzotz Choj, "Murciélago - tigre ", último y más importante gobernante de Toniná, ubicada en la última plataforma.

5. El Templo del Monstruo de la Tierra. Su construcción tiene que ver con los solsticios de primavera e invierno. Ahí se conserva la figura de un monstruo devorando al sol. Fue centro ceremonial y capital militar maya, cuyos mejores momentos se prolongaron del año 600 hasta el 909 d.C., aproximadamente.

Según el arqueólogo Juan Dyardeum, el verdadero nombre de este sitio es Sabak, que significa "tinta negra" - que se obtiene del árbol del ocote -igual que Ocosingo.

También dice que recientemente se comprobó que Toniná conquistó Palenque y otras ciudades más. Ahí mismo se encontró la tumba de quien se cree fue uno de los hijos de Pakal, señor de Palenque.

La zona arqueológica abre de lunes a domingo de 9 a 17 horas. Más detalles en: www.turismochiapas.gob.mx