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Los presidentes de América Latina y el Caribe avalaron por aclamación la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como espacio regional propio que excluyó a Estados Unidos y Canadá.
El objetivo es avanzar en la unidad y en la integración política, económica, social y cultural, reafirmando el derecho de todo Estado a construir su propio sistema político, libre de amenazas, agresiones y medidas coercitivas unilaterales.
Para Raúl Castro, presidente de Cuba, es de “trascendencia histórica” el nuevo ente, mientras que Evo Morales, de Bolivia; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Michelle Bachelet, de Chile, celebraron la gestación del nuevo mecanismo que aglutina a 33 naciones. Hugo Chávez, de Venezuela, dijo que “ahora sí podemos decir desde este México profundo: ha renacido el sueño y el proyecto de Bolívar”, sin Estados Unidos ni Canadá.
El presidente Felipe Calderón no pudo dejar de lado el pleito entre Chávez y Álvaro Uribe, de Colombia, el lunes, que casi da al traste con la cumbre.
“Aunque se han hecho presentes desde luego, nuestras naturales diferencias, afortunadamente ha prevalecido nuestra identidad común y el espíritu de unidad que siempre debe distinguirnos”, admitió el presidente Calderón Hinojosa.
“Nuestra aspiración es que el documento constitutivo del nuevo organismo se elabore con eficiencia y agilidad, para poder aprobarlo en la próxima cumbre”, a celebrarse en Venezuela en 2011, dijo el mandatario cubano Raúl Castro.
El cuarto punto de la declaratoria de creación de la comunidad precisa que ésta “asuma el patrimonio del Grupo de Río y de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo”.
Definirán estatutos
Estos dos órganos seguirán con su agenda programada hasta 2012, en tanto arranca la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, pues falta definir sus estatutos y formas de operación.
Entre los principios que regirán el esquema están el respeto al derecho internacional, igualdad de Estados, no uso ni amenaza de la fuerza, democracia, respeto a los derechos humanos, respeto al medio ambiente, cooperación internacional para el desarrollo, unidad internacional, y un diálogo que promuevan tanto la paz como la seguridad regionales.
Además, se explicó, busca promover la integración política, mejorar el posicionamiento de América Latina y el Caribe ante acontecimientos relevantes, promover esquemas de diálogo con otros grupos de países para el fortalecimiento en el escenario internacional, así como promover la articulación, coordinación y complementariedad entre organismos subregionales.
“A través de este nuevo mecanismo reforzaremos nuestra voz en el concierto de las naciones para ser protagonistas y no meros espectadores de lo que ocurre en el mundo”, expuso Calderón.
Los 25 mandatarios y jefes de Estado y de gobierno que estuvieron en la cumbre desde el domingo pasado, primero con la Comunidad del Caribe y luego en el Grupo de Río, acordaron también integrar la capacidad de diálogo en la región, así como con otros Estados y actores, además de promover mecanismos de solución pacífica de controversias.
Aprobaron asimismo pronunciamientos en contra del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, el conflicto de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, y otro de respaldo a Ecuador, luego de que su presidente, Rafael Correa, denunció que dos organismos internacionales incluyeron a su país en una lista de naciones que lavan dinero con fines terroristas.
Como correspondía, Calderón entregó a Bachelet la estafeta de la secretaría pro témpore del Grupo de Río, que en breve recaerá en manos de Sebastián Piñera, recientemente electo mandatario de esa nación.
Piden confiar en nuevo órgano
Más tarde, tras clausurar la cumbre, el presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños no debe representar ningún agravio o temor, ni tampoco demérito para nación alguna en el mundo.
A pregunta expresa sobre si no temen una reacción por parte del gobierno de Estados Unidos, ante el nuevo organismo, Calderón precisó que no debe representar una amenaza para nadie.
“No debe representar ni representa ninguna amenaza o preocupación para nadie, al contrario, es motivo de alegría y júbilo para nosotros, porque lo que estamos pensando no es si tenemos una organización con o sin otro país.
“No se trata de hacer una OEA sin EU. Nosotros (México) seguiremos participando en organismos internacionales como la ONU y la OEA, y seguiremos trabajando con Estados Unidos en el TLC.”
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