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La violencia en el país no cede y en cambio se incrementa de forma considerable. En los últimos 99 días, desde que los poderes de la Unión firmaron el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, se consumaron 2 mil 103 asesinatos relacionados con el crimen organizado, 545 más que en los 100 días anteriores.
Según el recuento de EL UNIVERSAL, en este periodo ocurrieron en promedio 21.24 homicidios diarios, que contrastan con los 11.92 casos de antes del pacto nacional. En suma, 14.70 muertes se reportan al día en lo que va del año, para totalizar 4 mil 881; el 3 de noviembre fue el más mortífero, con 58.
Pese a acciones policiacas y militares emprendidas el 21 de agosto por autoridades municipales, estatales y federales, cuatro de cada 10 ejecuciones (43.09%) se concretaron en el marco de seguridad, justicia y legalidad.
Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Edomex y Durango, los estados más violentos, concentran 81.46% de ejecuciones, al sumar mil 713 de las últimas 2 mil 103. No obstante, Sonora con 71, y Michoacán, Guerrero, Jalisco y Tamaulipas por arriba de 30 casos cada uno, también destacan. En el DF y Guanajuato hubo 26 y 25 homicidios, respectivamente.
La escalada violenta se evidencia al comparar las 2 mil 673 ejecuciones de 2007, con las 2 mil 103 de los últimos 99 días, sólo 570 menos, aunque con 266 días de diferencia.
Por 423 homicidios, estos tres meses superan a 2004 y 2005 juntos, en los que se reportaron 677 y mil tres asesinatos, respectivamente. En 2006, la cifra cerró en mil 410, también inferior a estos últimos 99 días.
EL UNIVERSAL documentó que la primera quincena de octubre fue la más violenta del año, con 387 homicidios. Sin embargo, la siguiente superó el récord anual, al ubicar la marca en 404 ejecuciones.
Los 100 días que serán evaluados hoy en Palacio Nacional por autoridades y representantes civiles, para conocer avances en seguridad, quedó marcado por hechos violentos sin precedentes.
Siete días después de la firma, 12 decapitados aparecieron en Mérida, Yucatán. El 12 de septiembre, 24 ejecutados fueron dejados en La Marquesa, estado de México. Durante el festejo de Independencia en Morelia, Michoacán, la detonación de dos granadas dejó al menos ocho muertos y más de 130 heridos.
En más de 30 ciudades de Durango, Guanajuato, Puebla, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas y Nuevo León amanecieron el 6 de octubre narcomantas en puentes y avenidas. El 10 de noviembre, 27 jornaleros de Sinaloa fueron levantados.
Se reportaron riñas en centros penales de Tijuana, Baja California; Culiacán, Sinaloa, y Villahermosa, Tabasco, por el supuesto control que disputan bandas al interior.
En estos más de tres meses, policías y militares fueron “blanco” de ataques, con más de un centenar de víctimas fatales. Se recuerdan cuatro embestidas importantes.
El 6 de septiembre, en Tancítaro, Michoacán, siete uniformados locales fallecieron en un combate. A finales de octubre, al menos 11 soldados fueron ultimados en Nuevo León.
Después, en los primeros cinco días de noviembre, 13 policías fueron acribillados en Edomex. El 19, en Culiacán, Sinaloa, una emboscada dejó tres federales y dos ministeriales muertos, y dos policías más heridos.
Comentario:
Es lógico que la violencia se incremente, cuando se siente amenazada. Las criticas a la autoridad son muy duras y rigurosas y podría agregarse que en muchos casos injustas. No porque se firme un "papelito" llamado acuerdo anticrimen, la delincuencia se va a "espantar" y dejar de dilinquir. En este caso, "papelito no habla", hablan las acciones y está bien presionar, pero también hay que reconocer acciones.
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