Acusan que alcalde insiste en ecocidio.

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La Asociación en Defensa del Ombligo Verde —uno de los dos últimos pulmones de Cancún— denunció que entre los terrenos que el presidente municipal Gregorio Sánchez Martínez pretende vender para pagar parte de la deuda pública, se ubican los predios que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) donó al municipio para construir en ellos el nuevo palacio de gobierno y una alameda central en la privilegiada zona de Malecón Cancún.

Parte del dinero de esa venta será destinado para financiar la edificación de ese nuevo palacio, pero no en la zona de Malecón Cancún, sino en el Ombligo Verde, en donde el munícipe se ha empeñado en construir la Gran Plaza Bicentenario, una plancha de cemento que suplantará el área verde y de selva media, advirtió el presidente de la agrupación que defiende el sitio, Tulio Arroyo Marroquín.

“No es un secreto que en realidad el dinero lo quieren para construir esa obra faraónica inútil y tan publicitada con recursos del erario: el palacio municipal en el Ombligo Verde y la dizque Gran Plaza Bicentenario. También (quieren el dinero) para reforzar las ilegales campañas electorales y mediáticas que ha empezado el edil por todo el estado de Quintana Roo”, aseguró en conferencia de prensa.

El activista denunció que los recursos de esa venta podrían ser usados también para el pago del reciente embargo dictado por un juzgado en contra del ayuntamiento de Benito Juárez, por un adeudo que inició con 5 millones de pesos y se incrementó a 24 millones, añadió.

“El presidente municipal ya nos anunció que pretende solventar la pifia con la venta de más terrenos municipales. El pagaré fraudulento por 5 millones de pesos, contraído por otro gobierno municipal (el de Juan Ignacio García Zalvidea), pero que los gobiernos sucesivos incluido el de Gregorio Sánchez, no lo combatieron o no lo quisieron combatir, se transformó en una deuda de 24 millones, en lugar de cero, embargando bienes y cuentas de bancos municipales”.

El trío de terrenos del Malecón Cancún, cuyo monto oscila entre los 250 y 300 millones de pesos, fue donado por el Fonatur con un candado, que estriba en la imposibilidad de cambiarles el uso de suelo, que originalmente correspondía a equipamiento y parque urbano. La idea era que ahí se edificara el palacio municipal y una gran alameda para el disfrute de los residentes, principalmente, de acuerdo con el acta de donación publicada en el Periódico Oficial del Estado.

Cambian situación jurídica

Sin embargo, el edil autorizó en sesión de cabildo —celebrada el 15 de mayo pasado— cambiar la situación jurídica de dichos predios, de bien público a privado y, posteriormente, el cambio de uso de suelo de equipamiento y parque urbano a comercial residencial, para después aprobar su enajenación y que los recursos provenientes de la venta se utilizaran para obra pública.

El 3 de junio en una sesión extraordinaria de cabildo, modificaron el acuerdo anterior, para cambiar el destino de los recursos y dirigirlos al pago de proveedores y no para obra pública.

La agrupación promovió un juicio para anular esos actos de autoridad y el Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo les concedió la razón en cuanto a que el ayuntamiento de Benito Juárez violentó el procedimiento de ley para lograr la enajenación de los terrenos, así como cambiarles el uso de suelo, al omitir la celebración de una consulta pública.

Consulta fraudulenta

La comuna revocó, mediante otra sesión, lo aprobado originalmente, comprometiéndose a realizar la reunión ciudadana, que se realizará mañana.

Arroyo Marroquín afirmó que dicha consulta “es fraudulenta” y está “manipulada”, pues en los formatos y cuestionarios puestos a disposición de los participantes, se omite informar de los candados impuestos por el Fonatur; tampoco se indica que quieren vender los valiosos terrenos del Malecón Cancún, para financiar la Plaza Bicentenario, desaprobada por la comunidad.

“La consulta es una simulación para manipular a la población, a la que se pretende despojar de la última ventana pública a la laguna Nichupté dejada a la ciudad de Cancún, que son los terrenos de Malecón Cancún, para venderlos y que luego el alcalde diga que la sociedad se lo autorizó”, manifestó el activista.