Ataque deja 41 muertos en Paquistán.

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Militantes paquistaníes lanzaron ayer su cuarto asalto en una semana contra objetivos estratégicos en el país, esta vez con un coche bomba que se hizo estallar cerca de un vehículo militar en una abarrotado mercado, dejando un saldo de 41 muertos y docenas de heridos. Nadie se adjudicó de inmediato la autoría del atentado

Los hechos ocurrieron en el distrito de Shangla, una zona dentro del valle de Swat, pero bajo una administración separada. El Ejército paquistaní había declarado el valle libre de mlitantes, luego de la ofensiva del verano y había anunciado que Talibán era una fuerza fracturada.

Desde la campaña en Swat y la muerte del líder talibán paquistaní Beitullah Mehsud, en un ataque estadounidense en agosto pasado, los militantes habían estado relativamente quietos. Pero el ataque de ayer mostró que todavía pueden sacudir al país con serios ataques terroristas realizados en un lapso breve en un territorio amplio.

El de ayer es el más reciente de una serie de atentados destinados a probar la resistencia de Talibán, vengarse de los ataques del gobierno y EU y desalentar a la milicia paquistaní de su deseo de extender su campaña al interior de Waziristá del sur, que es el corazón del Talibán en Paquistán.

La fuerza aérea paquistaní ha estado rondando zonas de Waziristán, en el preludio de una posible campaña terrestre, dijeron fuentes militares. Cientos de personas han abandonado la zona, ante la expectativa de que se registre un ataque en estos días.

El ministro de información de la provincia, Mian Iftikhar Hussain, dijo que “tales ataques no detendrán nuestra ofensiva contra los extremistas. Continuaremos nuestra lucha hasta la muerte del último terrorista”.

El sábado, en uno de los peores eventos, 10 militantes disfrazados de soldados y portando armas automáticas, minas, granadas y chalecos suicidas, rompieron el perímetro de unos cuarteles militares en Rawalpindi, dejando 23 muertos. La toma de los cuarteles terminó el domingo con la liberación de 39 rehenes, pero puso de manifiesto que incluso un edificio de la Inteligencia Militar es vulnerable a los ataques talibanes.

“Un regalo”

Ayer, el Ejército anunció que una llamada telefónica interceptada mostró que Tehrik-e-Taliban, la organización paraguas del Talibán, fue la responsable del ataque. Wali ur-Rehman, el segundo al frente del comando, dijo a un colega por teléfono que había rezado por el éxito de la operación , dijo el vocero militar Athar Abbas, en una conferencia de prensa. A su vez, un portavoz talibán, Azam Tariq, indicó a la agencia AP que el asalto de Rawalpindi fue para vengar la muerte de Mehsud. “Este es nuestro primer pequeño esfuerzo y un regalo para los gobiernos paquistaní y estadounidense”, dijo.

El viernes pasado, un bazar de Pwshawar fue el objetivo de un atentado suicida que mató a 48 personas, mientras que el lunes 5 de octubre cinco personas perecieron cuando un suicida transgredió el cordón de seguridad de la sede del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Islamabad.

México condena

En un comunicado, difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno de México expresó su más enérgica condena por el atentado suicida del lunes y reprobó también el ataque del sábado al cuartel central del Ejército en Rawalpindi. Por ambos hechos, transmitió sus sinceras condolencias a los familiares de las víctimas, al igual que al pueblo y gobierno de Paquistán.

Por último reiteró su rechazo a la violencia como instrumento de inconformidad, cualquiera que sea su motivación, e hizo un llamado a contener este tipo de acciones que sólo ponen en peligro a ciudadanos inocentes y obstaculizan la paz y la estabilidad de Paquistán. (Con información de Agencias)