Netanyahu cierra filas con soldados.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a criticar ayer el informe de Naciones Unidas que acusa a Israel, junto a los militantes de Hamas, de haber cometido crímenes de guerra durante la ofensiva en la Franja de Gaza ocurrida en diciembre y enero pasados.

En un discurso sobre sus políticas, el premier dijo que su país resistiría todo intento de procesar a sus líderes por tales cargos en el extranjero.

“No dejaremos que Ehud Olmert (ex primer ministro), ni Tzipi Livni (ex ministra de Exteriores), ni Ehud Barak (ministro de Defensa), que enviaron a nuestros hijos a esa guerra, sean llevados ante la Corte Internacional de La Haya” , dijo Netanyahu.

Los tres dirigentes que mencionó llevaban las riendas de Israel cuando este país lanzó a finales de diciembre de 2008 la operación militar “Plomo Fundido” en la franja de Gaza, en respuesta al lanzamiento los días previos de unos 200 cohetes Kasam por milicias palestinas, esencialmente del movimiento islamista Hamas.

La ofensiva militar israelí dejó unos mil 400 muertos, la mayoría civiles según distintos estudios internacionales, y en un informe sobre esa guerra para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el sudafricano Richard Goldstone acusa tanto a Israel como a Hamas de haber cometido crímenes de guerra.

Netanyahu afirmó que a Israel le asiste el derecho a la defensa propia cuando es atacado, e insistió en que ningún israelí que haya tomado parte en la guerra será llevado a tribunales.

Por otro lado, al inicio de la temporada de invierno boreal en el Parlamento, Netanyahu no dio indicios de avances en los esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por reanudar el proceso de paz entre palestinos e israelíes, suspendidos desde diciembre de 2008.

“No hay más alternativa para los líderes palestinos que mostrar coraje al reconocer al Estado judío. Esta ha sido y sigue siendo la verdadera clave para la paz”, aseguró el primer ministro.


Netanyahu ni mencionó el gran tema pendiente para reanudar las conversaciones sobre la creación de un Estado palestino: las construcciones en los asentamientos de la ocupada Cisjordania, que según los palestinos deben detenerse de acuerdo con la hoja de ruta del 2003

Por otra parte, el premier a extremistas musulmanes de provocar los últimos episodios de violencia que ha vivido Jerusalén y de esparcir mentiras para “agitar la pacífica vida” de la ciudad.

Esto lo dijo días después de varios disturbios en el santuario más sagrado de la ciudad.

La violencia en la zona ha aumentado las tensiones generadas debido a un proceso de paz que permanece estancado.