Notica:
El problema de las drogas en América Central y del Caribe, zona de tránsito de la cocaína suramericana a los mercados de consumo del norte, se complica con los crecientes vínculos entre las "maras" y los cárteles mexicanos que participan en el contrabando de sustancias ilícitas.
Así lo destaca la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su informe anual de 2009 sobre las drogas, presentado hoy en Viena.
Especialmente en El Salvador, Guatemala y Honduras, "las actividades de tráfico de drogas se realizan frecuentemente bajo la protección de pandillas locales", las llamadas "maras", cuyos miembros se habrían aliado con integrantes de los cárteles de droga mexicanos, creando nuevas grupos.
Observa además que la situación se ve agravada por el aumento de emigrantes que vuelven deportados desde Estados Unidos, pues muchos de ellos regresan con problemas de drogodependencia.
Y aunque reconoce los esfuerzos de los Gobiernos para combatir este mal, la Junta advierte de que "la impunidad, la corrupción y la debilidad de las instituciones" socavan el Estado de derecho y la lucha contra las drogas en la región.
En varios países, los narcotraficantes, además de continuar con el contrabando de cocaína y cannabis a gran escala, han ampliado sus actividades, incluyendo, por ejemplo, el tráfico de precursores, fármacos y otras drogas.
Y en las zonas donde aumenta el narcotráfico, no sólo se expande el consumo de sustancias ilícitas, sino que crece también el número de otros delitos y crímenes, como robos, secuestros y homicidios.
Así, en los principales centros turístico del Caribe aumenta de forma sostenida el abuso de benzodiazepinas.
En Guatemala, donde el cultivo y tráfico de cocaína permaneció al mismo nivel, creció el narcotráfico de opio y heroína, algo que las autoridades relacionan al asentamiento en el país de un grupo armado, "Los Zetas" , vinculado al cártel del Golfo de México.
Para los expertos, "la magnitud del cultivo de adormidera y del tráfico de heroína en Guatemala es significativa" .
Recuerdan que en 2009, las autoridades de ese país erradicó un total de 739 hectáreas de plantaciones de opio.
La misma sustancia se encontró en remesas incautadas en El Salvador, Belice, Guatemala, y Honduras, país este último que confiscó "una cantidad sin precedentes de preparados farmacéuticos" que contenían esa sustancia, importados de Bangladesh.
En El Salvador, el volumen de cocaína incautada, proveniente en su totalidad de Colombia y destinada en un 90% a Estados Unidos y Europa, aumentó de 39 kilos en 2005 a cuatro mil 74 kilos en 2007, si bien disminuyó hasta los mil 354 kilos en 2008.
El tráfico de cocaína ha aumentado también en Honduras, donde el año pasado varios aviones ligeros aterrizaron ilegalmente o se estrellaron en territorio hondureño, según la Jife.
Mientras, Belice se está convirtiendo en un centro importante de reexpedición de remesas provenientes de Colombia hacia los mercados de consumo en el norte.
Además, el LSD ha vuelto a aparecer en Costa Rica por primera vez desde 2001, al tiempo que continúa siendo fuerte el tráfico de MDMA ("éxtasis") , importado sobre todo de Holanda.
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