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Orlando Zapata Tamayo, un preso político cubano miembro del grupo de los 75, murió ayer tras 85 días en huelga de hambre exigiendo mejores condiciones de detención. Su madre no pudo verlo antes de que muriera.
El activista cubano, quien tenía 42 años, murió en un hospital de La Habana, adonde fue trasladado de urgencia en la noche del lunes cuando se deterioró su salud, según dijo Laura Pollán, integrante del grupo de esposas de presos políticos Damas de Blanco.
“Murió a consecuencia de la huelga de hambre”, dijo Pollán. El cuadro clínico que causó su muerte no quedó claro.
El extinto preso político formó parte del grupo de 75 disidentes cubanos condenados en abril de 2003 desde seis hasta 28 años de prisión, acusados de atentar contra la seguridad del Estado.
De acuerdo con fuentes opositoras, este es el primer caso que se registra en casi cuatro décadas en que un preso político muere durante un ayuno voluntario en protesta contra el gobierno. El primero fue Pedro Luis Boitel, a inicios de los años 60 del siglo pasado.
Zapata, plomero, comenzó una huelga de hambre en diciembre en una prisión de alta seguridad en la provincia central de Camagüey. La semana pasada fue transferido a una cárcel en La Habana ya semi inconsciente, según activistas. “Ha sido un asesinato con ropaje judicial. Es una muerte que se pudo haber evitado. Murió en una atmósfera de premeditación oficial”, dijo Elizardo Sánchez, líder de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos.
Amnistía Internacional había incluido a Zapata en su lista de presos de conciencia, como la organización llama a las personas encarceladas por sus ideas sin haber recurrido a la violencia.
Sánchez dijo que en los últimos días las autoridades estaban alimentando a Zapata mediante una sonda intravenosa.
El disidente había sido arrestado en el 2003 por participar en una huelga de hambre y sentenciados a tres años de prisión. Pero según Amnistía Internacional su condena fue elevada a 25 años y seis meses de prisión por delitos como “desacato”, “desorden público” y “resistencia”. La muerte de Zapata no fue reportada por la prensa oficial en Cuba.
Reaccionan en Estados Unidos
En Estados Unidos, el senador Bill Nelson, un demócrata de Florida, acusó a las autoridades cubanas. “Los amantes de la paz en cualquier parte deberían hallar al régimen cubano responsable por el destino de Orlando Zapata”, dijo.
“El valiente defensor de la libertad del pueblo cubano Orlando Zapata murió asesinado por el régimen castrista que se negó a garantizarle sus derechos básicos”, indicó el Directorio Democrático Cubano en un comunicado desde Miami.
“Es triste señalar que la trágica muerte de Zapata Tamayo a manos del brutal régimen castrista haya ocurrido un día antes del aniversario de la muerte de otras cuatro víctimas de la dictadura de Castro, los pilotos de Hermanos al Rescate”, dijo en una declaración la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
El 24 de febrero de 1996, aviones de la Fuerza Aérea de Cuba derribaron dos avionetas del grupo anticastrista Hermanos al Rescate cuando se aproximaban a La Habana. El ataque causó la muerte de los pilotos Carlos Costa, Armando Alejandre, Mario de la Peña y Pablo Morales.
La muerte del acvista coincide con el inicio de la visita a la isla del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien en su momento interviniera en favor de Zapata Tamayo.
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