En marcha, inyección de agua al subsuelo.

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La extracción excesiva de agua del subsuelo del Valle de México ha generado en algunas zonas hundimientos diferenciales de hasta 13 metros, como en Chalco, Cerro del Marqués y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. De continuar así se podrían generar fracturas en la superficie.

De acuerdo con Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), en la capital se extraen alrededor de 51 metros cúbicos de agua por segundo con distintos propósitos y se recargan sólo 35.5 metros cúbicos.

Al año se registran hundimientos de hasta 44 centímetros en zonas donde las arcillas del subsuelo tienen un mayor espesor y al ser extraída el agua se compactan, esto es en algunas regiones de Iztapalapa, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Tláhuac.

Gabriel Auvinet, asesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM, explicó que si después de llegar a los 35 metros de hundimiento no se inyecta agua a los mantos acuíferos se registrarán serios problemas, tanto en el estado de México como en la ciudad. Para revertir esa tendencia es que el gobierno capitalino puso en marcha un proyecto piloto único en su tipo, a través del cual purificará el agua residual para reinyectarla al subsuelo y evitar los hundimientos.

En la planta piloto cerro de la Estrella, especialistas de la máxima casa de estudios monitorearán cada día la calidad del líquido con alta tecnología, pero también con el cuidado de un estanque en el que tres mil pequeñas truchas servirán para verificar que el agua de reuso tenga un nivel de potabilidad óptimo.

Blanca Jiménez, coordinadora de investigación del Instituto de Ingeniería de la UNAM, comentó que el acuífero es una manera de almacenar el agua y tenerla disponible a futuro, pero también de controlar los hundimientos.

La especialista consideró que se requieren nuevas formas de reuso del agua porque el acuífero se encuentra sobreexplotado y sus efectos tienen costos económicos y sociales.

En la planta se potabilizará el agua y se evaluará si se encuentra dentro de la norma, mediante pruebas de toxicidad en peces y la búsqueda de contaminantes convencionales. Esta práctica ya se efectuó con buenos resultados en Shanghai y actualmente se pilotea en la Casa del Marqués y en la torre de Relaciones Exteriores, así como en el conjunto Hidalgo, donde el hundimiento de los edificios se ha revertido con pozos de inyección de agua y de bombeo.

Ramón Aguirre comentó que además de la inyección de agua purificada al subsuelo se suspenderá cuando menos por 12 horas la extracción que se hace del líquido a través de los más de 50 pozos que se tienen, durante los meses de lluvia e invierno o más si es necesario.

Ayer el jefe del gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, puso en marcha la planta en la que se invirtieron entre 15 y 20 millones de pesos, y verificó la calidad del agua que, al ser comparada con la que se comercializa a través de distintas marcas, resultó con menores niveles de sales.

Durante el acto comentó que desde principios del siglo XX se comenzó a hundir la ciudad, a causa de la extracción de agua del acuífero, lo que ha derivado en serios problemas, como en la línea A del Metro, que prácticamente tendrá que ser rectificada en su totalidad.