Francia: asestan revés a Sarkozy.

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La izquierda encabezada por los socialistas derrotó ayer a los conservadores de Nicolas Sarkozy en la primera ronda de elecciones regionales, de acuerdo con los resultados parciales, asestando un grave revés al cada vez más impopular presidente.

Muchos culpan a Sarkozy y a los conservadores en el poder de haber fracasado en proteger los empleos en lo que es el peor bache económico de Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

“Esta votación representa un severo castigo para la derecha”, dijo Segolene Royal del Partido Socialista, quien perdió estrepitosamente con Sarkozy en la elección presidencial del 2007.

Con más de 96% de los votos computados, los candidatos del Partido Socialista y de otros de izquierda llevaban 53.6% de los sufragios totales, de acuerdo con el Ministerio del Interior.

El Partido UMP de Sarkozy, de tendencia conservadora, y otros en la derecha llevaban 39.8%. El Frente Nacional de extrema derecha obtuvo 11.7%, seguido de cerca por el Partido Europe Ecologie con 11%, según informó ayer el citado ministerio.

Los resultados de la primera ronda sugieren que los socialistas y sus aliados obtendrán el control de la mayoría de las 26 regiones de Francia. Los socialistas ya gobiernan 20 regiones, tras arrollar a los conservadores en los comicios del 2004.

El mandatario, en silencio

Sarkozy permaneció en silencio anoche, y fue el primer ministro Francois Fillon quien dijo que “no ha terminado. Todo está abierto” antes de la segunda vuelta del 21 de marzo. Exhortó a los electores que no acudieron a las urnas en la primera ronda (la participación fue de 48%, una de las más bajas en la historia moderna de Francia) a que acudan a sufragar en la segunda.

Muchos consideran estas elecciones como un referendo de los dos años y medio del gobierno de Sarkozy. Los índices de aprobación del mandatario están por debajo de 40% y los votantes se muestran preocupados por el desempleo, que sigue aumentando, y los cierres de fábricas, que han provocado huelgas.

La última prueba

La votación es la última prueba nacional antes de la carrera presidencial del 2012. Encuestadores dijeron que una baja concurrencia es probable que castigue a los aliados de Sarkozy en particular, con sus partidarios faltos de motivación para emitir el voto.

El presidente había descartado llevar a cabo cambios en el gobierno o la suspensión inmediata de proyectos de reforma impopulares en caso de que se produjera ayer una derrota electoral. “Son unas elecciones regionales, que tendrán consecuencias regionales”, sostuvo recientemente en una entrevista. Entre los candidatos a las listas regionales había también unos 20 miembros del gobierno.

En casi todas las zonas, la decisión final sobre la composición de los denominados consejos regionales se prevé que se tome en la segunda convocatoria a las urnas para dentro de una semana. Para una victoria en la primera vuelta se habría precisado de la mayoría absoluta.

“Los electores han expresado su rechazo a una Francia dividida y débil”, afirmó Martine Aubry, líder socialista y la gran favorita para estos comicios.