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Estados Unidos originó la recesión económica, pero China puede ser la llave para la recuperación internacional en algunas de las regiones y de los sectores productivos.
La nación asiática registró un crecimiento económico de 8.7% en 2009, según el Banco Central Chino, y para este año se estima un desempeño del PIB en el rango de entre 8% y 9%.
“(China) debe jugar un papel importante para incrementar la demanda internacional”, dijo Alfonso Brown, profesor de negocios internacionales de la Escuela de Graduados en Administración de Empresas (EGADE).
Sin embargo, el mayor beneficio es para los vecinos del dragón asiático. Las principales importaciones chinas son originarias de Taiwán, Hong Kong y Corea, precisó Enrique Dussel, investigador del Centro de Estudios China-México de la UNAM.
Como sea, el incremento de la demanda de bienes y manufacturas en China puede beneficiar las exportaciones mexicanas, precisó Brown.
El incremento de las exportaciones de vehículos mexicanos a China pasó de más de 73 millones de dólares entre enero y diciembre de 2008 a casi 109 millones de dólares entre enero y noviembre de 2009, según datos proporcionados por la Secretaría de Economía (SE).
Pero este aumento en las ventas de automotores mexicanos al país asiático representa montos “ínfimos” en la participación de mercado de China, el mayor productor de autos a nivel global, calificó Enrique Dussel Peters.
México requiere de una estrategia para colocar autopartes en el mercado chino, subrayó el investigador del Centro de Estudios China-México.
“México tiene que hacer un enorme esfuerzo para mejorar la relación entre los gobiernos centrales para concretar una cooperación de muy largo plazo, (pues) hay un enorme potencial para la exportación”, declaró Dussel.
En sentido contrario al comportamiento que mostró el resto del mundo, donde la cadena automotriz cayó 25%, en China este sector incrementó 45%.
Sin embargo, el esfuerzo de México tendrá que imprimir calidad y valor agregado a su oferta de autopartes, pues el dragón asiático tiene una sobreproducción de bienes manufacturados, atajó Arturo Oropeza, académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la máxima casa de estudios.
Detalló que las materias primas constituyen la principal demanda de importación en China, lo que beneficiará la venta de minerales y alimentos para países sudamericanos y africanos.
El petróleo es otro de los principales insumos de importación en el país asiático, sin embargo, México no puede capitalizar esta ventaja, afirma el analista.
“México no tiene ninguna oportunidad de exportación de petróleo a China por el compromiso que tiene con Estados Unidos y el decremento en la producción”, sentenció Oropeza.
La contribución de China a la economía internacional no se limitará a la demanda de importaciones.
Incluso las inversiones del dragón asiático en distintas regiones puede tener resultados más significativos.
“América Latina, Asia y África van a sentir más la presencia de automóviles de bajo costo para 2010 y 2011”, afirmó José Luis de la Cruz, especialista del Instituto Tecnológico de Monterrey, en referencia a las inversiones chinas en estas regiones del mundo.
Las fábricas chinas de automóviles “poco a poco van a ir ocupando una mayor posición en países de menores ingresos”, apuntó De la Cruz.
En el caso de México, está suspendido el proyecto entre la marca china FAW y Grupo Salinas, que en el año de 2008 buscaron una sociedad para instalar una planta en territorio nacional. “La crisis retrasó los planes”, dijo el investigador del Tecnológico de Monterrey.
Mientras tanto, China seguirá buscando inversión en el sureste asiático, pero sin competir con la venta de automotores de alto valor agregado originarios de la Unión Europea, Canadá, Japón o de los Estados Unidos.
En América Latina, será atractivo el mercado brasileño y argentino, precisó De la Cruz.
A la par de las inversiones en el extranjero, las compañías chinas se distinguen por su potencial exportador, índice que cayó 20% a nivel nacional en el año 2009, informó Oropeza.
Tras el daño que sufrió el sector exportador chino, que compone 60% del PIB nacional, esta economía basada en el “socialismo de mercado” enfrentó la crisis a partir del mercado interno.
“Hay un gran incentivo en China para que su pueblo consuma más, por eso China no se cae”, dijo el especialista del Instituto de Investigaciones Económicas.
El apoyo consistió en el financiamiento de 800 mil millones de dólares para invertir en infraestructura, reactivar el crédito a las empresas y al consumo.
“Fue una política bien dirigida de decidir parar la dependencia del resto del mundo y por un momento invertir en el desarrollo del mercado interno”, afirmó Gerardo Rocha, vicepresidente de la consultora de negocios de alta dirección ATKearney.
Sin embargo, el exceso de liquidez incrementa el riesgo de inflación, un problema latente de la economía china. El gobierno chino está preocupado por el sobrecalentamiento en sectores como construcción y bienes raíces, precisó el investigador del Centro de Estudios China-México de la UNAM. En el país asiático el financiamiento para el sector privado es entre 10 y 15 veces superior al de México, destacó Dussel.
Para restar los efectos de la inflación, el Banco Central de China ha solicitado a los bancos incrementar las condiciones de crédito al consumo, es decir, se implementó una medida restrictiva. Esta política logró contener la inflación sin mermar el crecimiento, apuntó el investigador del Tecnológico de Monterrey.
El gobierno chino busca que el incremento de precios no exceda de 6 o 7%, cuando en un ciclo económico normal la inflación es de 3%, dijo De la Cruz. La política restrictiva, destacó, no complica el crecimiento de la economía china, que para 2010 estima que tenga un crecimiento de entre 8% y 9%.
Sin embargo, la atención sobre los riesgos del desborde inflacionario es indispensable para mantener el equilibrio económico internacional cuando se trata de la tercera economía del mundo.
“Una crisis en China hoy ya no es autocontenida, generaría efectos en el resto del mundo”, declaró el vicepresidente de ATKearney.
Pero con las políticas restrictivas del banco central, que no han mermado la tasa de crecimiento económico, se espera que el dragón asiático siga reflejando un crecimiento anual cercano a 8.5% en los próximos años.
“En la coyuntura hacia delante China sigue teniendo el potencial de ser una economía muy grande, ...cuando uno parte de una base muy chica hay oportunidad de crecer a niveles altísimos”, apuntó Rocha, de ATKearney.
“China está todavía capitalizando muchos años de haberse quedado estancado”, agregó el vicepresidente de ATKearney. Aunque la tarea pendiente está en lograr una mejor distribución de la riqueza entre la población, precisó.
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