“No más atole con el dedo”

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Vendrán desde distintos puntos de la nación y su número podría rebasar los 100 mil. Entre la lista de asistentes y oradores se encuentran el cardenal de Los Ángeles, Roger Mahony; el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez; la presidenta del Consejo Nacional de la Raza, Janet Murguía y algunos de los líderes sindicales más importantes de todo el país.

También estarán presentes personajes tan pintorescos como el popular locutor de radio de California, Eddie Sotelo, El Piolín, la actriz mexicana Lucía Méndez, y hasta los Lonely Boys, el grupo de rock hispano que amenizará una marcha que promete hacer historia.

El objetivo de la movilización, según han adelantado sus organizadores, será mostrar el músculo del movimiento pro inmigrante en pleno corazón de la capital, con una concentración masiva que pretende cubrir desde el Capitolio hasta el monumento a Lincoln, para exigir al presidente Barack Obama que cumpla de una vez por todas con sus promesas de campaña de una reforma migratoria humana e integral.

“Nuestro sistema migratorio está roto y hoy una amplia mayoría de ciudadanos aprueban su reforma, lo mismo que Obama. Ahora se trata de saber si acaso el presidente tiene las agallas suficientes para hacer realidad la reforma que prometió durante su campaña electoral”, aseguró Frank Sharry, fundador y director ejecutivo de la organización América’s Voice.

Terminó periodo de gracia

Durante casi dos años, una amplia red de organizaciones sindicales, religiosas y comunitarias han contenido el aliento para dar un plazo de gracia a la administración Obama. Pero en ese periodo, las redadas y deportaciones se han multiplicado en todo el país y contrario a la campaña, cuando el equipo de Obama prometió que la reforma migratoria sería una realidad durante el primer año de éste en la Casa Blanca, la sensación de urgencia parece haber desaparecido.

Hoy, muchos en el gobierno y en el Partido Demócrata coinciden en que una reforma migratoria tendrá que esperar hasta 2011, una vez que hayan pasado las elecciones legislativas de medio término de noviembre próximo y, muy posiblemente, hasta el último año de la administración Obama.

“La gente está muy frustrada por la falta de acción y de ahí la importancia de la marcha, en la que gente de distintas partes de la nación demandará acciones concretas para resolver de una vez por todas un sistema migratorio que está roto y poner fin a la incertidumbre de millones”, añadió Sharry, aludiendo a las expectativas que ha generado la marcha del domingo y la persecución de que son blanco cientos de indocumentados que son detenidos y deportados todos los días. El lema de todos ellos es uno solo: “Estamos cansados de esperar”.

“Estamos hartos, porque el presidente sigue en la indefinición. Aunque nos ha prometido que invertirá su capital político para sacar adelante la reforma migratoria, sobre los hechos las redadas y deportaciones que se han producido desde que asumió la Presidencia rebasan las que se produjeron en el peor año de la administración del presidente George W. Bush”, se quejó Juan José Gutiérrez, coordinador de la coalición por los derechos de los inmigrantes del sur de California.

Según las cifras de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), en el año fiscal 2009 fueron deportados 298 mil 401 indocumentados, una cifra record que supera en 13% las deportaciones practicadas durante el último año de la administración W. Bush.

“Esto nos da una idea del doble lenguaje de la administración ya que, mientras por un lado nos promete el presidente que va a seguir impulsando la reforma migratoria, por el otro los agentes de ICE siguen separando familias y en el Congreso todo sigue entrampado”, añadió Gutiérrez.

“Le vamos a decir al presidente que estamos hartos de que nos sigan dando atole con el dedo y vamos a dejar en claro que, si nosotros no somos los protagonistas de esta lucha, nadie la hará por nosotros”, señaló Gutiérrez en referencia a los preparativos de última hora en todo el país para una marcha en la que, dentro de dos días, decenas de miles buscarán jugarse el todo por el todo.