“Damas de blanco” desafían al castrismo.

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Las “Damas de Blanco”, formadas por madres y esposas de opositores cubanos presos, marcharon ayer de nuevo por el centro de La Habana, en medio de los abucheos de centenares de partidarios del gobierno del presidente Raúl Castro, mientras las fuerzas de seguridad las escoltaban.

Las más de 30 mujeres, familiares de 75 opositores detenidos en una redada lanzada hace siete años, asistieron por la mañana a misa en una iglesia del casco antiguo y luego marcharon por cuarta ocasión con gladiolas en la mano por algunas de las calles principales del centro de la capital.

Al salir del templo fueron rodeadas de inmediato por agentes de seguridad que iban vestidos de civil, a los que se sumaron posteriormente decenas de policías uniformados, mientras más de 300 partidarios del gobierno acompañaban la marcha de las “Damas” gritando consignas a favor de Fidel y Raúl Castro.

Los contramanifestantes estaban aparentemente organizados y entre ellos había hombres y mujeres que daban órdenes al resto, acerca de cuándo andar o pararse. La marcha llegó hasta la casa de la líder de las “Damas de Blanco”, Laura Pollán, donde también se disolvió la contramanifestación. Diplomáticos de Estados Unidos y varios países europeos siguieron de cerca los sucesos en La Habana.

Policías uniformadas habían impedido el miércoles una marcha similar y se llevaron por la fuerza a las esposas de los presos en autobuses hasta la casa de Pollán. También el día anterior, una manifestación del grupo había sido repudiada por más de un centenar de partidarios del gobierno.

Las “Damas de Blanco” dijeron que seguirán con sus marchas toda la semana para recordar el séptimo aniversario de la detención de sus familiares, condenados a hasta 28 años de prisión bajo la acusación de ser “mercenarios” de Estados Unidos. De ellos, 53 siguen en prisión.

La fecha, conocida como “Primavera negra”, fue recordada ayer por el exilio cubano con protestas en EU, Europa y Latinoamérica y coincidió con una polémica internacional en torno a la isla luego de la muerte por una huelga de hambre del prisionero Orlando Zapata y de la decisión de otro disidente, Guillermo Fariñas, de hacer también ayuno, aunque en este caso se encuentra ingresado en terapia intensiva con alimentación artificial.

No aceptará asilo en México

Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace tres semanas, dijo ayer a la agencia EFE que no aceptará una eventual oferta de asilo político en México.

Sin embargo, Fariñas dijo que sí le interesaría que el grupo mexicano Avanzada Ciudadana le pida al presidente Felipe Calderón que “ofrezca asilo a los presos políticos y de conciencia que están en Cuba en grave estado de salud”. El disidente también criticó al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, por la falta de contundencia para condenar la violación de los derechos humanos en Cuba. Es “insuficiente” la postura de Lugo, porque “este es un momento en que no se puede estar en la cerca, en la frontera; hay que estar con el que asesinaron o con los asesinos”, dijo.

Fariñas respondió así a un comunicado del gobierno paraguayo que afirmó que “respeta profundamente la vida y la ubican en el centro de cualquier gestión pública”, pero no se inmiscuye en “los asuntos internos de las demás naciones”. Sobre el acoso y los maltratos que han sufrido esta semana en La Habana las Damas de Blanco, dijo que “es indiscutible que el gobierno cubano se encuentra aterrorizado”.

El gobierno de Estados Unidos se mostró ayer “consternado” por la forma en la que las autoridades cubanas disolvieron el miércoles la protesta pacífica de las Damas de Blanco . “Creo que las imágenes que hemos visto en los periódicos y en la televisión hablan por sí mismas sobre la actitud del gobierno de Cuba hacia una protesta pacífica”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Gordon Duguid. El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional también reclamó ayer al presidente Raúl Castro que detenga el acoso contra las “Damas de Blanco”.