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Más de 200 agentes federales y locales lanzaron en El Paso, Texas, la Operación Abatimiento y detuvieron a varios sospechosos de la pandilla Barrio Azteca, en búsqueda de pistas del asesinato de tres personas relacionadas con el consulado de EU en Ciudad Juárez, el sábado pasado.
“La comunidad policial de El Paso se ha unido hoy para localizar a los miembros de Barrio Azteca dentro de una campaña para recolectar información de inteligencia sobre los asesinatos del sábado en Juárez”, dijo la agente del Buró Federal de Investigación (FBI), Andrea Simmons.
Detalló que unos 100 miembros de la banda delictiva fueron interrogados, aunque sólo se detuvo a aquellos que tenían una orden de aprehensión pendiente.
Los investigadores recaban además información para localizar al cabecilla de la pandilla de Juárez, Eduardo Tablas Ravelo, que figuró el año pasado en la lista de los 10 fugitivos más buscados.
Cualquier miembro de la pandilla con orden de busca y captura pendiente será detenido, pero el objetivo de la operación es recoger información, dijo Simmons.
A principios de semana, las autoridades mexicanas dijeron que, según la información de que disponen los estadounidenses, en los asesinatos participaron Los Aztecas, que operan a ambos lados de la frontera y trabajan para el cártel de Juárez.
La empleada del consulado Lesley A. Enríquez y su esposo, Arthur H. Redelfs, fueron asesinados el sábado en Juárez cuando varios pistoleros dispararon contra su vehículo tras asistir a una fiesta de cumpleaños. Jorge Alberto Salcido, esposo de otra empleada mexicana del consulado de EU, fue igualmente asesinado por los atacantes tras abandonar la misma fiesta en otro vehículo.
El surgimiento
Barrio Azteca comenzó como una pandilla carcelaria en Texas, pero apenas a fines de la década de 1990 las autoridades estadounidenses comprendieron que tenía una presencia creciente en Ciudad Juárez, localidad vecina a El Paso.
En la parte mexicana, la pandilla es conocida simplemente como Los Aztecas, pero es la misma organización, según el FBI. La agente especial, Samantha Mikeska, que ha investigado Barrio Azteca desde hace más de ocho años desde la oficina de El Paso, dijo a principios de mes que cuatro de los cinco capos de la banda se encuentran en prisión, excepto Ravelo. Las autoridades sospechan que él dirige las operaciones de Los Aztecas en Ciudad Juárez y mantienen contactos con los cabecillas del cártel de Juárez.
Al parecer, la banda se encontraba casi dispersa en El Paso tras un extenso juicio en 2008, en el cual un jurado federal encontró a seis de sus integrantes culpables de participación en una actividad delictiva en forma continua.
“La realidad de RICO (siglas en inglés de la ley) los aplastó”, agregó Mikeska. “No se fían unos de otros”.
La banda proporcionó al cártel de Juárez matones callejeros encargados de realizar asesinatos y secuestros en ambas partes de la frontera.
A cambio, Barrio Azteca recibía drogas del cártel a precios al por mayor y se ocupaba de las ventas callejeras, según la agente Samantha Mikeska.
Además del FBI en Operación Abatimiento participan elementos de la Administración Antidrogas (DEA) y agentes federales de Aduanas, Migración, así como algunas corporaciones locales.
Algunos medios de comunicación estadounidenses dieron cuenta que durante el inicio del operativo policiaco fueron detenidos al menos 50 miembros de la pandilla Barrio Azteca, aunque el dato no fue confirmado por ninguna autoridad.
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