“México desaprovecha potencial logístico”.

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Ahora que la actividad económica se detuvo por la crisis mundial, México debería apostar por la inversión en infraestructura que catapulte al país como un importante jugador dentro del mapa logístico del orbe, opinó Ingo Babrikowski, director de la firma mexicana de mensajería y paquetería Estafeta.

Con un crecimiento estimado de entre 1% y 2% en 2009, muy por debajo de 12% que promedió en los últimos cinco años, esta firma desafía a la recesión de los mercados y avanza en su diversificación.

En entrevista, Babrikowski expuso que hay confianza en la recuperación del país y en los avances en materia tecnológica. Entre los objetivos de la empresa está consolidarse como un integrador logístico.

Por ello, suma esfuerzos para robustecer servicios como el transporte de carga consolidada, con un seguimiento igual al de la mensajería, o el manejo de inventarios y almacenes. Incluso, fortalece su sistema de mensajería electrónica.

Todos estos productos reportan, de acuerdo con la empresa, un crecimiento de 20% en lo que va del año, por lo que los efectos de la crisis económica se han visto aminorados.

En cuanto a las inversiones, Estafeta destinó 15 millones de dólares este año para renovar su sistema de rastreo electrónico y ampliar su plataforma en el aeropuerto internacional de San Luis Potosí.

Este último proyecto está en línea con la ampliación de la pista programada en la terminal aérea y que habilitaría la capacidad para el aterrizaje de aviones de mayor envergadura.

Al respecto, el director de Estafeta aseguró que el plan logístico en ese aeropuerto debe verse como un beneficio para el país y no para la empresa.

Indicó que la tendencia a nivel mundial es la creación de centros logísticos, y citó el caso de Arabia Saudita, país que invierte en aeropuertos para enlazar mercancía entre Europa y Asia.

Con siete aviones en servicio: cuatro Boeing 737-300, con capacidad para 15 toneladas, uno de la serie 200 y dos Bombardier CRJ-200, de 6 toneladas, la empresa tiene cobertura nacional y sirve a Miami, su único mercado internacional.

Sin embargo, entre los planes a mediano plazo figura la intención de operar en mercados como Houston, Dallas y Los Ángeles, en Estados Unidos.

La empresa, con 30 años en el mercado, se siente joven para impulsar más cambios en la industria. Espera que el desarrollo de las tecnologías de información como internet termine por detonar el comercio electrónico en el país y con ello el boom de las ventas en línea, situación que impulsaría también a los servicios de paquetería y mensajería.

Por ahora, con sus 25 millones de envíos al año, la empresa ostenta 29% de participación en el mercado y da empleo a 4 mil 100 personas.