Tropieza acuerdo en Honduras.

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Negociadores del gobierno de facto y del depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya llegaron ayer a un acuerdo preliminar para superar la crisis desatada por el golpe de Estado, pero aún no coinciden en el punto clave: la vuelta del mandatario al poder. Por ello, el diálogo se suspendió hasta hoy, la fecha que Zelaya había fijado como límite para hallar una salida a la crisis.

Las partes consensuaron un texto único preliminar de varios puntos, que todavía tenía que ser aprobado por Zelaya y por el presidente de facto, Roberto Micheletti, según explicó el delegado zelayista Víctor Meza. Sin embargo, poco después, los representantes del gobierno de facto aclararon que no habían llegado a un consenso en el punto medular del acuerdo, el retorno de Zelaya al poder después de haber sido derrocado y expulsado del país el 28 de junio por militares, y anunciaron que hoy se retomaría el diálogo.

Las pláticas, afirmó el equipo negociador de Micheletti en un comunicado, han “sido cordiales y ambas partes hemos alcanzado importantes avances. Sin embargo, hasta este momento, no hay ningún acuerdo final” en torno al regreso de Zelaya al frente del Ejecutivo.

“Reportes de prensa, indicando lo contrario, son falsos”, añadió la declaración, que además destacó que “las negociaciones” del diálogo “para buscar una resolución a la crisis política que vive el país han progresado rápidamente”.

Micheletti indicó que los representantes de Zelaya propusieron que sea el Congreso el que determine el regreso del presidente depuesto al poder.

“Tengo entendido que el grupo de Zelaya está pidiendo que sea el Congreso el que determine si puede regresar o no” al poder, indicó el mandatario de facto a periodistas, al aclarar que, en todo caso, “eso es un asunto legal”.

Hasta ahora, el mandatario de facto se ha negado a devolver el poder a Zelaya, como reclama casi toda la comunidad internacional, que ha presionado aislando diplomáticamente al empobrecido país y cortando asistencia financiera.

Micheletti ha dicho que Zelaya debe rendir cuentas ante la justicia por violar la Constitución al insistir en su deseo de lanza una consulta popular sobre una eventual reelección presidencial, a pesar de que esa iniciativa, que un juez consideró improcedente, desató la crisis que culminó en su derrocamiento.

“Todavía no hay ninguna posición definitiva sobre este punto (la vuelta de Zelaya) , pero están en la mesa interesantes alternativas sobre las cuales estamos trabajando”, dijo en rueda de prensa Vilma Morales, del equipo negociador del gobierno de facto. Por su parte, Zelaya señaló que existía un acuerdo, sin aclarar en qué consistía y cómo podría retornar él a la Presidencia.

Desde Washington, el secretario general de la mediadora Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que las partes llegaron a un acuerdo y uno de los puntos es que no se lleve a cabo una Asamblea para reformar la Carta Magna, uno de los objetivos de Zelaya a fin de habilitar la reelección. “Creo que ha habido buenos avances que nos permiten tener esperanzas de que haya una solución hondureña para una crisis hondureña”, subrayó. Los partidarios de Zelaya habían señalado que el gobierno de facto tenía hasta hoy para dar solución a la crisis y advirtieron que, de no ser así, “quién sabe qué pasará”.