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Autoridades federales y estatales retuvieron a siete funcionarios del penal de Culiacán, entre ellos el director de formación castrense Carlos Suárez Martínez, para que declaren sobre la fuga de ocho reos a través de un túnel que ocurrió la noche del miércoles pasado.
Esta evasión es la segunda que se registra desde que el militar asumió la dirección de la cárcel en octubre pasado. El 8 de noviembre sucedió la extraña fuga del interno Jorge Amador Díaz de León, con un historial de tres ingresos al penal.
Según las indagatorias, la reciente fuga fue detectada por vigilantes de las torres cuatro y cinco, quienes tras una persecución recapturaron a Juan Carlos Quintero Castillo, uno de los nueve evadidos.
Fortino Bórquez Velázquez, subsecretario de Seguridad Pública estatal, admitió que el reclusorio de Culiacán, con una antigüedad de 50 años, ya no soporta una población de 3 mil 200 reos, de los cuales 40% es del orden federal, “lo que dificulta el control y seguridad”.
Los reportes establecen que internos del módulo cinco iniciaron desde hace tres meses una excavación en el área del taller de carpintería, con una entrada de 50 x 40 centímetros y una longitud de 15 metros de largo. El túnel contaba con un sistema de iluminación.
Debido a su diseño artesanal, sólo lograron salir reos de complexión delgada, identificados como José Luis García Valdez, Santos Gutiérrez Aguilar, Heriberto y Faustino Mariscal Navarrete y Guillermo Govanni Rodelo Medrano, así como Sergio Antonio Román y Prisciliano Hernández Rodríguez. Los fugados purgaban condenas por delitos federales.
Sólo Juan Ángel Santos Lara, que integraba el grupo de evadidos, estaba recluido por delitos del fueron común.
Los peritos de la Procuraduría de Justicia estatal encontraron en la salida del túnel una pistola y dos herramientas hechizas para excavar, así como otros instrumentos.
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