España recuerda, dividida, el 11-M.

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El sexto aniversario de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 (11-M) en Madrid, en los que murieron 191 personas y más de mil 500 fueron heridas, se celebró ayer rodeado de polémica.

Por un lado, las diferentes asociaciones de víctimas organizaron actos a los que no asistieron algunos políticos y, por el otro, los políticos asistieron a actos a los que no se había invitado a todas las asociaciones de víctimas.

A ello habría que sumar la denuncia de la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, en cuanto a que hubo personas que se hicieron pasar por víctimas cuando ni siquiera viajaban en ninguno de los cuatro trenes que explotaron, para conseguir que el Estado las indemnizara. La Abogacía del Estado estudia una treintena de posibles casos fraudulentos.

La jornada comenzó a las 9 de la mañana con un acto organizado por la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol y siguió con dos actos conmemorativos paralelos celebrados en la estación de Atocha, lugar al que llegaban los trenes blanco de los atentados.

Mientras el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, presidía un homenaje en la sala ubicada bajo el Memorial de la estación, en el exterior tenía lugar otro acto organizado por la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, que preside Pilar Manjón. Con el ánimo de no solaparse, la Asociación 11-M y los sindicatos retrasaron su acto cinco minutos.

Pero al concluir el evento del Memorial, mientras los voceros del Partido Socialista de Madrid (PSM) y de Izquierda Unida (comunistas y republicanos) en el ayuntamiento sí participaron también en el otro homenaje, ni el acalde ni el vicealcalde, ambos del opositor Partido Popular (PP), acudieron.

Al mismo tiempo y en el Parque del Retiro la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), en su mayoría del terrorismo de ETA, y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M se reunieron en el Bosque del Recuerdo. Al acto asistieron la vicepresidenta de la AVT Ángeles Pedraza, la secretaria general del Partido Popular (PP), María Dolores de Cospedal, y el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, quienes pusieron una corona de flores junto a los tres cipreses que hay en el bosque. Ningún representante del Partido Socialista de Madrid fue convocado a este evento y, durante su discurso, Pedraza apenas aludió a las víctimas; en cambio, atacó al gobierno que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, a quien exigió que los delitos de terrorismo no prescriban y que se acabe con los “países-santuario” para los asesinos. “No debe haber países que acojan terroristas como Venezuela y México, nuestra lucha es lograr que el terrorismo se reconozca como crimen internacional y esos países dejen de ser santuarios de los terroristas”, aseguró.

La jornada concluyó con un acto celebrado en el Congreso de los Diputados al que asistieron Zapatero y todas las asociaciones de víctimas y en el que se guardó un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del 11-M. El presidente de la Cámara, José Bono, leyó una declaración institucional en la que se declaró que a partir de este año, cada 27 de junio se conmemorará el Día de las Víctimas del Terrorismo. En esa misma fecha, pero en 1960, tuvo lugar el primer atentado con víctima mortal de la organización terrorista vasca ETA. La víctima fue Begoña Urroz, una niña de 22 meses.