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Dos antiguos miembros del coro de fama mundial de los niños cantores de Viena aseguraron que en los 60 y los 80 respectivamente fueron víctimas de abusos sexuales y violencia, informa el diario austriaco Der Standard en su edición de ayer.
Una de las víctimas, un hombre de 33 años que actualmente ejerce de ortopedista y cirujano en Berlín, relató los rituales de ducha en presencia de un “prefecto”, nombre que recibían los educadores. Por lo visto, éstos daban consejos a los escolares acerca de cómo lavarse los genitales. Además a los nueve años fue obligado por un alumno mayor que él a practicar sexo oral durante una gira por EU, citó el rotativo al médico.
De igual forma, un hombre de 51 años, que ejerce de sicólogo en Munich contó casos de abusos y violencia. Un director del coro le puso la mano sobre el muslo durante una hora cuando viajaban en autobús durante una gira por Alemania. En una gira por EU presenció cómo un prefecto introducía a la fuerza la comida en la boca a un alumno que no quería comer en ese momento.
Ambos hombres recuerdan la “atmósfera de terror y miedo” y unas estructuras de extrema disciplina y autoridad. Aunque todos sabían de los casos de abusos, nadie dijo nada. El ortopedista exige ahora “el esclarecimiento y el resarcimiento”.
Por otro lado, El obispo de Ratisbona, Gerhard Muller, dijo en Roma que los sacerdotes “manchados de delitos de pederastia” no pueden seguir como tales.
“Todos saben que este pecado excluye, expulsa del sacerdocio”, declaró el prelado alemán, en cuya diócesis se registraron casos de abusos sexuales contra menores por curas católicos durante la segunda mitad del siglo pasado.
A la vez, el representante vaticano en la ONU en Ginebra, Silvano Tomasi, afirmó que “no existen excusas para esos comportamientos”.
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