Corredor en Periférico coexistirá con micros.

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Sin servicio exprés, concesionarios que buscan ampararse y microbuses que seguirán circulando, el gobierno del Distrito Federal oficializó ayer la entrada en operación de 250 nuevas unidades en el Corredor Vial Periférico.

Armando Quintero, titular de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi), reconoció que algunas rutas seguirán trabajando con vehículos “viejos”, pero en tramos cortos. “Son un aproximado de 10 o 12 rutas adicionales, pero que tienen tramos muy pequeños. No son parte del corredor. Van a seguir prestando el servicio en las condiciones en que lo hacen”, dijo.

Hay rutas de microbuses que circulan y atraviesan sobre Periférico y no están integradas en el corredor, como la 112, 111 y 76. En el norte están las que salen del paradero Chapultepec. Esas unidades salieron de Reforma por la puesta en marcha del Corredor Vial Reforma, y ahora usan Constituyentes.

Ayer, en la glorieta de San Jerónimo, el GDF y la empresa Corredor Periférico (Copesa), en la que se integraron concesionarios de las rutas 2 y 98, dieron el banderazo a los nuevos autobuses que irán de Toreo a Canal de Garay, con una tarifa única de 4.50 pesos. EL UNIVERSAL publicó el 26 de febrero que las nuevas unidades ya circulaban por Periférico y cobraban cinco pesos.

Según información de Copesa, serán cuatro los ramales: de Toreo a Tláhuac y a San Jerónimo. Las otras dos son de Tláhuac a Barranca del Muerto, y Canal de Chalco a Tacubaya.

Las unidades de la Red de Transporte y Pasajeros (RTP) continuarán con el servicio ordinario y exprés a dos y cuatro pesos, respectivamente, dijo Ariadna Montiel, directora del organismo.

En el evento, Quintero destacó que se trata del corredor vial que cuenta con la mayor afluencia de usuarios de la ciudad de México, con 270 mil diarios.

Resaltó que con la sustitución de microbuses se reducirá en 25 minutos el recorrido de Toreo a Canal de Garay, además que con la reducción del parque vehicular se eliminarán nudos viales.

La inversión del gobierno capitalino para la entrada en operación del corredor fue de 23.5 millones de pesos. Quintero detalló que se usarán 13.5 millones de pesos para construir y habilitar bahías de ascenso y descenso; entre 8 y 10 millones para reparar la carpeta asfáltica, y otros 10 millones para la remodelación del Cetram Canal de Garay y la construcción del patio de encierro.

Sin embargo, Quintero reconoció que de las 72 paradas exclusivas, no todas tienen una bahía porque el espacio era estrecho y no se podía expropiar un predio por una bahía. En un recorrido, EL UNIVERSAL constató que se pintaron rayas blancas. Los señalamientos de las paradas, que son letreros de 40 por 20 centímetros, se mantendrán.

“Está pensado que en un futuro donde se hicieron las bahías podamos ir avanzando en la modernidad para tener infraestructura”, dijo el funcionario.

Hace dos años, cuando el gobierno y concesionarios presentaron el proyecto y se autorizó el alza de 50 centavos, se anunció que habría nuevos parabuses. Hay paradas como en Luis Cabrera donde está la señal, pero sin parabús.

Sobre la promoción de un amparo de las rutas 2 y 98, que no forman parte de Copesa, Quintero reiteró que si no están asociados en esa empresa, no podrán trabajar en la vialidad. El recurso legal está en proceso, y por el momento no han sido notificados.

Jesús Doval, presidente del Consejo de Administración de Copesa, explicó que están abiertos para que los concesionarios que aún no están adheridos y en algunos casos formaron la empresa Circuito Periférico (Cipesa), lo hagan aunque el corredor ya está en marcha.