El Internet “premium” se rezaga en México.

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Las conexiones a internet que en México presumimos de banda ancha son consideradas en otros países como accesos de “muy baja velocidad”.

A todos los cibernautas les ha pasado que algunas veces cuando se ve un video por internet la descarga se interrumpe, lo cual se explica por la falta de capacidad o la necesidad de un ancho de banda mayor para estas aplicaciones.

La mayoría de los casi 10 millones de suscriptores de banda ancha que hay en el país sólo tiene 1 Megabit por segundo (Mbps) de velocidad, mientras que los accesos de por lo menos 5 y 10 Mbps son parte de la oferta desde hace unos años en otras naciones, incluso latinoamericanas como son los casos en Sudamérica de Colombia, Chile o Brasil.

El gobierno estadounidense anunció recientemente su Plan Nacional de Banda Ancha a 10 años, el cual contempla que en el año 2020 cada uno de sus habitantes cuente con esta conexión de alta velocidad y que al menos 100 millones de los hogares tengan velocidades de al menos 100 Mbps.

En México, la banda ancha no es parte de la agenda nacional, no existe una política pública como tal encaminada a acelerar la penetración del servicio y menos en esas velocidades, coinciden analistas.

En el mercado mexicano los proveedores del servicio apenas comienzan a lanzar paquetes con conexiones de estas velocidades, como una estrategia para atacar al segmento “premium”, que consume más y que demanda mayor ancho de banda.

En el corto plazo, dicen los expertos, las velocidades superiores a 1 o 2 Mbps en este país se dirigirán a sólo un nicho de los suscriptores, aquellos que demanden más aplicaciones y estén dispuestos a pagar los precios de esas conexiones.

La competencia por servicios más veloces y de mayor calidad empieza, aunque —debido a la baja penetración del servicio— aún queda un amplio potencial por atacar con las ofertas tradicionales de conexiones menos rápidas.

“Desde cinco hasta 50 Mbps se considera un mercado “premium”, que valora tener descargas muy rápidas o usar conferencias con una videocámara o videochat, por ejemplo, y que está dispuesto a pagar por ello, pero en general la población no”, dijo Alejandro Valdés, analista de telecomunicaciones de IDC.

Estimó que una vez que se introdujeron mayores velocidades al mercado es posible que en un lapso de cinco años el grueso de los suscriptores migrarán hacia contrataciones de por lo menos cinco Mbps, a menos de que antes haya un dis- ruptor, como por ejemplo que llegara un operador nuevo que promueva intensivamente el consumo de contenidos.

De acuerdo con José Manuel Mercado, analista de Frost and Sullivan, la penetración actual de este servicio es de poco más de 9% y se pronostican tasas de crecimiento compuestas de 31% para el periodo de 2010 a 2015, lo que daría una penetración de más de 22% para el año 2012, que es la meta gubernamental. El especialista en telecomunicaciones explicó que debido a que el crecimiento de los usuarios de banda ancha ha sido mayor al incremento de los ingresos, los proveedores del servicio han visto disminuir sus ingresos mensuales promedio por suscriptor (ARPU, por sus siglas en inglés), por lo cual deciden lanzar mejores ofertas, con mayor valor para también aumentar esas ventas.

Las pequeñas y microempresas estarán entre los principales clientes que demanden anchos de banda mayores, agregó José Manuel Mercado.

“Estas empresas, en comparación con las grandes, requieren de altas velocidades sin incurrir en altos costos. Proyectamos un crecimiento compuesto de ADSL (conexiones que ofrecen las telefónicas) en las pyme de 14.8% y de 13.5% por medio de cable”, sostuvo.

Crecerá demanda, estiman en Canitec

Alejandro Navarrete, director del Centro de Investigación e Innovación en Telecomunicaciones (CINIT), de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), dijo que parece haber un número creciente de usuarios que demandan más ancho de banda del disponible hoy en México.

Las aplicaciones “peer-to-peer”, las descargas de contenidos (videos, fotos, presentaciones) y las descargas en línea de videos y audio requieren de más capacidad de acceso a internet.

“La oferta de conexiones de mayor velocidad responde tanto a una necesidad derivada de aplicaciones que así lo requieren, como de un aspecto diferenciador respecto de la competencia. Sin embargo, no parecería responder, en absoluto, a una saturación de la demanda de banda ancha en México”, sostuvo.

Navarrete dijo que quienes contraten las velocidades más altas serán los usuarios que ya cuentan hoy con el servicio y que desean mayor velocidad de acceso, conexiones que también serán atractivas para los usuarios comerciales, que generalmente tienen mayores requerimientos de ancho de banda.

Es difícil estimar cuál sería el porcentaje de usuarios que optaría por un servicio de “banda ancha Premium” ya que no es claro cuáles serán los precios de todos los oferentes de estos servicios, dijo el experto en telecomunicaciones.

Consideró razonable que la demanda de mayores velocidades en las conexiones será una combinación entre la accesibilidad de los precios de estos servicios junto con los requerimientos de capacidad de las nuevas aplicaciones.

“Es previsible que, a diferencia de cómo había ocurrido hasta ahora, las nuevas velocidades no se ofrecerán de forma generalizada para todos los usuarios, sino sólo para quienes las soliciten y paguen por ellas. Lo anterior derivado de las implicaciones económicas y tecnológicas que existen detrás de la provisión de anchos de banda iguales y superiores a 10 Mbps”, destacó.



Mercado asegura que la proporción de usuarios que demandará estas altas velocidades dependerá de si estas conexiones se ofrecen de manera diferenciada a los paquetes tradicionales.

Se espera que los operadores competirán con mejores velocidades y con precios similares a los actuales, asegura.

“El éxito dependerá del precio y los productos que lo acompañe. Servicios gerenciados, aplicaciones de seguridad o hosteo de aplicaciones serán fundamentales en el mercado pyme. En el residencial será el precio”, precisó el analista José Manuel Mercado.

Servicios agregados

Los proveedores del servicio, dijo, se están convirtiendo en operadores completos de telecomunicaciones y tecnologías de la información para sus clientes, ya que estas empresas buscan escalar en la cadena de valor e incluso involucrarse cada vez más con sus canales.

La velocidad y precio es sólo una parte de lo que el operador puede ofrecer, pero detrás de ellos se encuentran todo tipo de servicios, soluciones administradas que el mismo operador provee y es el valor agregado que lo diferencia de sus competidores, señaló.

José Otero, presidente de Signals Telecomm Consulting, afirma que la rapidez con la que se adopten estas nuevas velocidades por el mercado dependerá principalmente de dos factores: cobertura geográfica de estos servicios, es decir, cuántos hogares y/o negocios podrían acceder a ellos, y el precio.

“Definitivamente el mercado de banda ancha en México no está saturado. Signals estima que para el año 2015 habrá el doble de líneas de banda ancha conectadas en el país en comparación con el fin de año de 2009”, señaló.

El experto destacó que en un ambiente competitivo en el que progresivamente todos los operadores se mueven hacia una oferta empaquetada de los mismos servicios —voz, banda ancha y televisión— ofrecer mayores velocidades de conexión a internet se vuelve en un diferenciador importante frente a los comparativos que haga el consumidor.

“No hay que olvidar que, en comparación con otros mercados de América Latina, México ha estado rezagado por años en velocidades de acceso a banda ancha, siendo muchas veces la mayor velocidad disponible la de 2 Mbps”, destacó el especialista en tecnología.

Cableros impulsarán velocidades

Alejandro Valdés, de IDC, dijo que la competencia por surtir velocidad más fuerte provendrá de los operadores de cable, debido a que por su oferta de triple play estas empresas requieren de un mayor ancho de banda.

Destacó que existen diferencias entre la tecnología que usan los cableros y la de las telefónicas, pues en el primer caso las redes son de fibra óptica, lo cual permite velocidades muy altas, mientras que en el segundo si bien todas las centrales están enlazadas a través de fibra óptica, el acceso de última milla, que es el tramo final que llega hasta los hogares, es un par de cobre trenzado y tiene la limitante de hasta 10 Mbps

“Hasta ahora no se ha inventado una tecnología en par trenzado que pueda superar esa velocidad”, aseguró Valdés.

De acuerdo con el experto, actualmente pareciera que el uso de la banda ancha es más unidireccional, pues las personas hacen requisición de información y descargan contenidos, pero cuando los usuarios empiecen a tener mayor colaboración entre ellos y hagan uso del video como una herramienta más de trabajo y de comunicación interpersonal se requerirán de velocidades de ancho de banda cada vez más superiores.

Para Valdés la generación de jóvenes que actualmente está en las universidades y que hacen sus trabajos de equipo a través de sus computadoras conectándose al mismo tiempo, compartiendo documentos y viéndose a través de las cámaras de sus equipos son los que se encargarán de llevar esta dinámica al ámbito profesional y harán necesario contar con anchos de banda suficiente para esta dinámica de colaboración.

“Si hablamos de que el precursor de la demanda de más ancho de banda será la adopción del video, un elemento determinante será la calidad debido a que estamos tan acostumbrados a los servicios de tv abierta o de paga y dvd que no admitimos errores en la imagen, somos muy poco tolerantes a fallas y la oferta que se entregue tiene que ser desde el primer momento de calidad muy buena”, advirtió el analista de IDC.