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El relevo en la Secretaría de Seguridad Pública del estado no detuvo los ataques de la delincuencia organizada, que durante la madrugada del sábado emboscó y asesinó a tres policías y dejó a uno más lesionado en el municipio conurbado de San Nicolás de los Garza.
Unas horas después de que Luis Carlos Treviño Berchelmann sustituyó en el cargo a Carlos Jáuregui Hintze, un comando armado sorprendió a los uniformados y les disparó a quemarropa, por lo que no tuvieron oportunidad de defenderse ni pedir refuerzos.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 3:30 horas sobre las avenidas Bonifacio Salinas y Avenida D, en la colonia Hacienda Los Morales, cuando realizaban su rondín en la patrulla 430.
A bordo de la unidad quedaron los cuerpos de los oficiales Francisco Alejandro Charles Rodríguez, Francisco Maldonado Ramírez y Luis Eduardo Reséndez Rodríguez. Otro oficial, un cadete, quedó tirado junto a la unidad gravemente lesionado. En el lugar se hallaron más de 50 casquillos.
En los últimos días, en los municipios conurbados de Monterrey se recrudeció la narcoguerra, por lo que hubo balaceras y granadazos a instalaciones de la policía, así como la agresión de ayer en la madrugada, misma que provocó la protesta de los policías en el municipio de San Nicolás de los Garza, quienes encararon e increparon al secretario de Seguridad Pública local, teniente coronel retirado, Antonio Gamiño Gutiérrez.
Policías exigen la renuncia a su jefe
Encapuchados, los policías de esa localidad ubicada al norte de la zona metropolitana denunciaron que no tienen armas ni equipo para enfrentar a la delincuencia organizada y denunciaron que en los momentos difíciles, el secretario de Seguridad Pública los abandona o desaparece. “¡Dinos de qué lado estás!, ¡Renuncia, mejor vete!”, gritaban.
Afirmaron que en los granadazos que se lanzaron a las instalaciones la semana pasada y en la ejecución de los tres policías durante la madrugada de ayer, Gamiño Gutiérrez los dejó solos y ni siquiera les contestó el teléfono.
En medio de tensión, los jenízaros gritaron y reclamaron a su superior, quien iba acompañado de sus escoltas.
Todo llegó a la calma y volvieron a su trabajo cuando se formó una comisión para entrevistarse con el alcalde Carlos de la Fuente, a fin de solicitar armas largas y otros implementos básicos para combatir al hampa, en tanto el jefe policiaco dijo que se comprometía a gestionar en la medida de sus posibilidades.
Otra balacera en Apodaca
Otro tiroteo entre el Ejército y sicarios sobre la autopista del Anillo Periférico, en el municipio de Apodaca, al nororiente de Monterrey, ocasionó una persecución sobre la carretera a Saltillo, que concluyó con la captura de dos individuos, cuatro heridos y el decomiso de armas, una granada y cuatro vehículos. La balacera inició cuando un convoy militar se topó de frente con una camioneta Grand Cherokee que tenía ponchada la llanta trasera derecha y junto a ella otros vehículos con hombres armados que dispararon contra los militares.
El Ejército aseguró una camioneta Grand Cherokee dorada con placas SEM 7614, la cual tenía un compartimento especial en la parte posterior para guardar armas largas, así como un auto BMW plata con placas SCR 8220.
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