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Las huellas de tres ejemplares de elefantes prehistóricos, halladas en la región portuguesa del Alentejo, posibilitará nuevos estudios científicos acerca de estos mamíferos extinguidos en la Península Ibérica hace más de 30 mil años.
En las escarpadas costas de la localidad de Sines (a 180 kilómetros al sur de Lisboa), un equipo de paleontólogos del organismo Geopark Naturtejo ha descubierto valiosos fósiles del "Elephas antiquus", una especie de gran porte que transitaba por el actual litoral portugués y sobre la que ahora podrán conocerse más datos sobre sus hábitos y conductas.
"Se habían encontrado restos de esqueletos, pero no de huellas. Es el primer registro de huellas de elefante (antiquus) en Europa", aseguró el especialista luso Carlos Neto de Carvalho, coordinador del proyecto que busca fósiles en el litoral sudoeste de Portugal desde el 2002.
Sobre unas grandes láminas de piedras localizadas junto al encrespado océano Atlántico, el equipo de Carvalho halló la impresión de las marcas, dispuestas de forma paralela y en hilera.
"No es fácil descubrirlas en este tipo de rocas", comentó el paleontólogo, quien atribuyó sus singulares rasgos geológicos a la acción de los sedimentos de las dunas a través de un intenso proceso de acumulación de carbono y de sustratos de arbustos.
Con un tamaño de entre 38 y 45 centímetros, las huellas corresponden a ejemplares hembras o machos jóvenes -debido a la profundidad de las marcas- y fue posible encontrarlas gracias a los efectos erosivos de las olas del mar, relató Carvalho.
Según el paleontólogo, el lugar de los hallazgos, actualmente entre el curso de los ríos Sado y Mira, fue en la prehistoria un espacio de grandes dunas caracterizado por su aridez, por lo que se deduce que era "una área de paso" incluida en la ruta alimenticia de los animales.
Los "Elephas antiquus", que preferían las temperaturas cálidas y suaves de la Península Ibérica, eran ligeramente mayores que los actuales elefantes -medían casi cuatro metros- y se agrupaban en pequeñas manadas de entre 5 a 15 ejemplares.
Estos paquidermos, actuales parientes de la especie asiática o India, habitaron la parte occidental del continente europeo durante "un largo período de tiempo", hasta su declive, que coincidió con el comienzo de la última edad de hielo, hace unos 115 mil años.
Las huellas han abierto una puerta de esperanza para las aspiraciones del equipo de Geopark Naturtejo, que pretende abrir un centro de interpretación de los hallazgos que también abarcaría el estudio de otros mamíferos menores, como los zorros, de los que también se han hallado vestigios.
Construir réplicas en moldes de los recientes descubrimientos para no perder la información que contienen es el objetivo inmediato de Carvalho, ya que es consciente de "la dificultad" logística para preservar los fósiles en su forma original.
No obstante, el investigador confía en localizar nuevos vestigios que impulsen más investigaciones y que ayuden a generar un polo de atracción para el turismo de la región.
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