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jueves, 11 de febrero de 2010

Países de Centroamérica despiertan su potencial.

Noticia:


Después de la crisis global, los seis principales países que integran Centroamérica: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, tienen el reto de retomar la ruta del crecimiento reforzando su inserción en la economía mundial a través de atraer mayor inversión extranjera, la diversificación de sus exportaciones, la integración regional y, sobre todo, elevando los niveles de vida de su población, para aspirar un día a ser los “Tigres de Latinoamérica”, como lo son Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán en Asia.

Centroamérica ha ganado terreno en los mercados internacionales tras un proceso gradual de apertura comercial que llegará a su madurez cuando se concrete en mayo el Acuerdo de Libre Asociación con la Unión Europea.

Hace más de 10 años, los países de la región han venido haciendo una serie de esfuerzos para abrir sus economías a través de una serie de acuerdos comerciales en forma bilateral o multilateral. Entre ellos está la firma del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA por sus siglas en inglés).

Desde 2003 que iniciaron las negociaciones hasta 2008, el valor de las exportaciones de la región registraron un crecimiento promedio anual de 13.8%, lo que contribuyó a que en promedio las economías centroamericanas alcanzaran un crecimiento de 5.8% por año, tasa incluso superior a la de 4.8% registrada por América Latina en dicho periodo.

Con todo y la crisis, se estima que la caída de las economías centroamericanas en 2009 apenas fue de 1.1% en 2009, cifra menor a la registrada por Latinoamérica de 1.8%.

Para este año se estima que la región podría alcanzar un crecimiento de entre 2.5% y 3%; sin embargo, de 2011 a 2014 el dinamismo de la región podría superar 4%, lo cual dependerá en buena medida de la recuperación de la economía estadounidense a la cual está dirigida más de 50% de sus exportaciones, así como de su capacidad de atraer inversiones de otros países, en especial del continente asiático.

Los retos del desarrollo

Uno de los principales retos de Centroamérica es recuperar el crecimiento económico que venían registrando antes de la crisis. La recuperación de la región, al igual que México pero en menor medida, está vinculada al comportamiento de la economía estadounidense, de la cual depende buena parte de sus exportaciones e inversión extranjera.

“Antes de la crisis venían creciendo bastante bien las economías y este lapso de 2009 les afectó, pero ya todo apunta a que en 2010 todas las economías van a volver a crecer en línea con la recuperación de Estados Unidos”, comenta Jorge Máttar, director adjunto sede subregional de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Siendo todas las economías centroamericanas pequeñas y abiertas, es muy importante que refuercen su estrategia de inserción en los mercados internacionales. Tienen un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y actualmente están negociando un acuerdo de cooperación con la Unión Europea, negociaciones que se interrumpieron por el golpe de Estado en Honduras, que se espera que reanuden en poco tiempo.

Europa, gran mercado

“Europa es un gran mercado para Centroamérica; la culminación de las negociaciones le ayudaría a diversificar sus exportaciones y tener mayores posibilidades de acceso a nuevos mercados”, comenta Máttar.

El periodo de apertura de los países de la región, integrada por Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, inició en abril de 1998, a partir de la firma de un tratado de libre comercio con la República Dominicana. “Centroamérica tiene mayor apertura, tiene procesos más estables, más abiertos al resto del mundo y eso les da estabilidad, que hace que los consideren una alternativa”, afirmó Gerardo Rocha, vicepresidente de ATKearney, firma de consultoría en negocios. Las reformas económicas en la región permiten que el sector agrícola en algunos países opere con mejores tecnologías y más mercados estén interesados en invertir y adquirir productos de la agroindustria centroamericana, abundó Rocha.

“(Los países centroamericanos) van haciendo parte de sus reformas correctamente y tienen más ojos mirándolos”, manifestó el vicepresidente de la empresa ATKearney.

“Algunas economías pasaron por vaivenes políticos y económicos importantes y eso hace que se vuelva, a los ojos de los países desarrollados, un freno”, precisó el directivo.

Sin embargo, Gerardo Rocha consideró que esta región, limítrofe con los océanos Pacífico y Atlántico, ha logrado fortalecer sus sistemas de gobierno, lo que abre lugar a la apertura hacia el libre comercio.

La ubicación geográfica es uno de los principales activos de este subcontinente, que puede acelerar el flujo comercial entre América del Norte y Sudamérica, además de atraer inversiones de la región Asia Pacífico e incrementar el comercio bilateral con Europa.

“Esta situación contribuye a mejorar la competitividad de la región”, afirmó Alfonso Brown, quien es profesor de Economía y Negocios Internacionales de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE México).

Ventajas de la integración

Centroamérica se caracteriza por ser una región que desde hace muchos años viene haciendo esfuerzos por integrarse como un solo grupo; en la medida que la región está integrada por economías relativamente pequeñas, muchas veces hay ventajas de estar asociadas como bloque centroamericano.

En opinión de Jorge Máttar, por ahí podría haber algunas posibilidades para que Centroamérica logre insertarse en los mercados asiáticos. Son distancias muy grandes con costos muy elevados, por lo que para un solo país resultaría muy difícil hacerlo.

“Nosotros consideramos que debiera haber una especie de consorcio centroamericano que planteara la atracción de capitales hacia la región como un bloque y en esa medida hubiera un acuerdo entre los países para ir con potenciales inversionistas y ofrecer a la región como un todo”, afirma el directivo de la Cepal.

Hoy la estrategia de atracción de inversiones la hace cada país y compite con su vecino para atraer capitales foráneos; muchas veces esa competencia llega al grado de ofrecer ventajas que en un momento dado pueden perjudicar a la economía interna, por ejemplo, exención de pago de impuestos, donaciones de terrenos o instalaciones.

De hecho, Costa Rica, al atraer a Intel hace más de 10 años, tuvo que implementar una cantidad de privilegios para que a la compañía le resultara atractivo invertir. Para este país ha sido importante tener a Intel, pero ha sido a un costo fiscal elevado.

“No es algo fácil poner de acuerdo a seis países, porque aunque tienen características particulares, en muchos sentidos son parecidos. Lo que ofrece Nicaragua es similar a lo que ofrece Honduras, o lo que ofrece Guatemala es similar a lo que ofrece El Salvador, pero como estrategia de mediano y largo plazo no es mala idea que haya esa discusión centroamericana para presentarse como un bloque”, comenta Máttar

Mucho por avanzar

Aunque los ojos del mundo miran cómo Centroamérica abre su comercio a los mercados internacionales, el esfuerzo de los gobiernos de las naciones de la región debe fortalecerse en políticas económicas.

Según el “Índice de Confianza sobre la Inversión Extranjera Directa 2010”, publicado en enero por ATKearney, sólo 1% de los encuestados consideraron que Centroamérica será la región que se recuperará más rápidamente de la actual crisis económica.

De acuerdo con un estudio reciente elaborado por la Comisión Económica para América Latina sobre la región, el proceso de inserción internacional que la subregión ha impulsado debe replantearse con miras a responder al nuevo entorno internacional y propiciar un crecimiento económico sostenido, además de mejoras en el desarrollo humano.

Deben redoblarse los esfuerzos para incrementar las inversiones, nacionales y extranjeras, tanto para el abastecimiento del mercado interno como para las exportaciones intra y extrarregionales, y de esta manera incrementar y diversificar la producción, así como los mercados de destino.

A la vez, hay que fomentar un proceso de sustitución eficiente de las importaciones, tendiente a fortalecer la demanda interna abastecida con producción nacional y fortalecer los encadenamientos sociales, fiscales y productivos de la industria de exportación con los aparatos productivos nacionales.

Jorge Máttar afirma que no existen las condiciones en Centroamérica para pensar de manera realista en qué se puedan convertir en los “tigres latinoamericanos”. “Hace 10 o 15 años se hablaba de convertir a Costa Rica en la Singapur de Centroamérica. Hoy Costa Rica es el país más adelantado en términos económicos y sociales de la región, pero todavía muy lejos de los niveles de ingreso per cápita de los tigres asiáticos”, advierte el directivo.

El modelo de los países asiáticos tiene muchos elementos que son muy positivos para tomarlos como ejemplo de buenas políticas industriales, comerciales, de fomento a la inversión, a la educación, etcétera. Pero la realidad centroamericana todavía está muy distante.

Una condición del éxito de las economías asiáticas es una distribución del ingreso mucho más equitativa que la que tenemos en Centroamérica y en América Latina en general, sabemos que es la región más desigual del mundo, dice Máttar. Hace falta, enfatiza, una estrategia que apunte al crecimiento alto y sostenido, pero también a una redistribución de los frutos de ese crecimiento que le dé una mayor oportunidad a la gran cantidad de personas pobres que hoy subsisten en la región.

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