Ganaderos venezolanos temen confrontación.

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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, explicó ayer que la Milicia Campesina es parte de la Fuerza Armada Bolivariana (FAB), “por tanto, ni la socava, ni mucho menos pretende suplantarla”, y que actuará contra agresores internos y externos, lo que ha generado temor entre ganaderos y de que estallen conflictos.

“La Milicia Campesina encarna hoy un principio trascendente: la defensa de la propia tierra (...) contra el eventual agresor externo, pero también contra el agresor interno que se ha amparado (...) en un verdadero estado de impunidad”, alentado por tribunales que “amparan y protegen a los latifundistas y criminalizan a los campesinos y campesinas que quieren hacer valer la Ley de Tierras”, escribió el gobernante en su columna semanal Las líneas de Chávez.

El mandatario reveló que la Milicia Campesina, cuyo número de integrantes no detalló, efectuó el viernes sus primeros ejercicios, los cuales “son apenas una primera muestra del desarrollo de un cuerpo armado popular para salvaguardar nuestra integridad y nuestra soberanía”.

Un grupo de estos milicianos participó en el acto donde Chávez promulgó el sábado la Ley del Consejo Federal de Gobierno, que sin acabar con alcaldías ni otras instancias de poder local transfirió facultades de éstas a organizaciones de los consejos comunales.

“Con ella (la ley) abrimos aún más las puertas para avanzar en la distribución del poder en las manos del pueblo, adquiriendo el Estado mayor eficiencia y eficacia y, por sobre todo, unidad para cumplir las funciones que le otorga la Constitución”, señaló el mandatario.

En su artículo de ayer, Chávez precisa que tras la entrada en vigor la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en 2001 “la oligarquía latifundista puso en marcha una agenda violenta contra el rescate de las tierras comunes”, lo que ha dejado uno 300 líderes campesinos muertos, según diversas fuentes gubernamentales.

“Ante la arremetida contra el pueblo campesino, a través de una escalada de agresiones, sabotajes y ejecuciones sicariales por las fuerzas más retrógradas de nuestra sociedad, el deber indelegable del Estado nacional bolivariano y el gobierno revolucionario es proteger al campesinado: defenderlo con todos los medios a su alcance”, dijo Chávez, y agregó: “La Milicia Bolivariana (cuerpo absolutamente regido por una ley), al igual que los consejos comunales, son expresiones del nuevo Estado comunal; parte integral de las nuevas estructuras de poder comunal que venimos construyendo”.

Ante este panorama, ganaderos y terratenientes de Venezuela temen que se produzca una confrontación en zonas rurales. José Luis Betancourt, criador de ganado en Barinas, exhortó al gobierno a tomar medidas para garantizar la seguridad de todos los trabajadores del campo, no sólo quienes respaldan a Chávez.

El gobierno “no debe crear grupos alternos que lo que buscan es mayor confrontación y distorsión en las relaciones entre los que convivimos en las zonas de producción agrícolas de Venezuela”, dijo.

Por otra parte, ayer Chávez alertó contra posibles sabotajes desde al oposición, que según afirmó “está jugando al caos, ellos no quieren que esto funcione, porque lo que quieren es tumbar al gobierno, y ellos se imaginan que si se va la luz en todo el país cayó Chávez”.

El jefe de Estado hizo esas declaraciones al anunciar la inauguración dentro de un mes de una nueva planta generadora de energía eléctrica en Mérida, que abastecerá 16 megavatios más. Chávez subrayó: “No vamos a permitir que el país colapse, en ningún sentido, pero bueno, hay que cuidar esto, cuidado con los sabotajes”.