Arco Norte va, pese a ecocidio.

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Una de las obras monumentales que el gobierno de Quintana Roo está por culminar en Cancún, luego de meses de trabajo sin contar con permisos de impacto ambiental y cambio de uso de suelo en terrenos forestales, destruyendo flora y fauna protegida de manera indiscriminada y a pesar de la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), es el Arco Norte, conocido también como Arco Vial o Periférico Cancún.

Éste se construye sobre 38 hectáreas de una zona protegida por la Norma Oficial 059 (NOM- 059), ya que contiene superficies forestal y manglares, y aun cuando la Profepa inició un procedimiento administrativo para detener los trabajos.

La obra, de 16.9 kilómetros de largo, es financiada con 100 millones de pesos en su primera etapa por el gobierno federal y ejecutada por el gobierno del estado a través de la Secretaría de Infraestructura (Sintra).

El proyecto comprende un conjunto de vialidades e incluye una avenida de 35 metros de ancho desde el norte de la avenida Bonampak, en la Región 78, hasta la avenida José López Portillo, en el borde oriental de la Supermanzana 259, y que según el grupo inversionista, beneficiará a 300 mil habitantes y a dueños de varios desarrollos inmobiliarios.

El Arco Norte, planteado en dos tramos, uno de 11 kilómetros de largo y otro de seis kilómetros, permitirá, según los constructores, desahogar las principales vialidades de este destino turístico, principalmente las que operan en la zona urbana y con mayor densidad de población. También pretenden conectar directamente la parte continental de Isla Mujeres con el Aeropuerto Internacional de Cancún.

Interviene Profepa

En los primeros 11 kilómetros de la obra, la Profepa documentó durante una inspección, la remoción total de vegetación de selva baja y mediana en una superficie de 38.5 hectáreas. Entre las especies arrasadas se encuentran la palma chit, la palma nacax y el guayacán, catalogadas como especies en riesgo.

Sólo de palma nacax, la Profepa registró la pérdida de nueve mil 400 individuos y 46 mil 900 de palma chit. En un reporte, la Profepa confirmó que los constructores carecen de una Manifestación de Impacto Ambiental, lo que impide conocer la magnitud de los daños que la obra está ocasionando en el lugar.

Tampoco se establecieron medidas preventivas o de mitigación, ni se realizó el obligado rescate de vegetación que en ese tipo de obras requiere.

Por consiguiente, la Profepa emplazó a Sintra a detener los trabajos, pero hasta la fecha no se ha detectado ninguna medida pese a la magnitud de los daños, por lo que fuentes de la dependencia federal están considerando la posibilidad de presentar una denuncia penal.

La delegada de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado, Gabriela Lima Laurents, confirmó que el proyecto carece de autorización de impacto ambiental y de cambio de uso de suelo en terrenos forestales.

Según el secretario de Planeación y Desarrollo de Quintana Roo, José Alberto Alonso Ovando, la obra está por concluirse y se entregará en los próximos días. “El Arco Vial va a darle a Cancún y a Isla Mujeres una factibilidad importante en términos viales, ya que va a mejorar mucho la movilidad de la zona y generará un boom en el desarrollo de la región”, añadió.

La obra está contemplada en el Programa de Desarrollo Urbano y se elaboró un proyecto ejecutivo, “entonces se tuvo que haber visto que tuviera permisos”, añadió Alonso Ovando.