Noticia:
Tras una década de oposición y de un intenso reacomodo interno —que se caracterizó por la concentración del poder en un puñado de cuadros— el Partido Revolucionario Institucional (PRI) llega a su 81 aniversario perfilado como el organismo político a vencer en la elección presidencial de 2012.
Las llamadas “fuerzas vivas” del priísmo —formadas por Beatriz Paredes Rangel, Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam, y los gobernadores encabezados por Enrique Peña Nieto y Fidel Herrera Beltrán— han decidido mantener la unidad como mecanismo que les garantice victorias.
Poco a poco las derrotas de Francisco Labastida y Roberto Madrazo, una multa de mil millones de pesos por el llamado Pemexgate, el despido de personal, la venta de sus aviones, las hipotecas de sus edificios y las disputas internas con Elba Esther Gordillo o entre gobernadores, que provocaron una segunda derrota presidencial consecutiva, ha quedado en el pasado.
Alberto Aziz Nassif, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, comenta que el PRI pasó de ser un partido hegemónico, en los 70, a ser un partido dominante hasta 1988 para luego entrar a formar parte de un esquema de competencia entre tres grandes fuerzas y convertirse en oposición en 2000.
“Desde entonces (al ser oposición), el PRI ha puesto sus baterías desde el Congreso y las gubernaturas… el PRI ha gobernado Veracruz, Oaxaca e Hidalgo durante 81 años y eso ha generado problemáticas importantes para una verdadera democracia en esos territorios…
“El partido ha sido parte importante de una estructura que tienen que ver con clientelismo, con una serie de cacicazgos, con elementos que debilitan las instituciones autónomas como los organismos electorales, de derechos humanos y transparencia”, apunta.
Para el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, John Ackerman, el PRI “ha cambiado poco. Después de la derrota presidencial de 2000 muchos esperábamos que cambiara, que se democratizara, abrirse a la sociedad, transparentarse.
“Ha aprendido a competir en la democracia, pero es una continuidad de su lógica y habilidad de conquistar y mantener el poder. Ahora en una situación de más competencia electoral, el PRI ha logrado ajustar estrategias.
“Sigue siendo una gran fortaleza el PRI, pero sigue haciéndolo con la misma visión cortoplacista de siempre y falta ver un nuevo PRI que incorpore una visión juvenil auténtica y no a los hijos políticos, de los dinosaurios… para ver un aparato que realmente funcione a la democracia”, comenta.
Debacle y recuperación
En el año 2000, el PRI obtuvo 36.89% de los votos y perdió la Presidencia; su debacle se profundizó en 2003 al alcanzar sólo 23.17% de los votos. Con relación a la elección presidencial previa, el tricolor cayó más de 14 puntos en 2006, al alcanzar 22.26%.
En ese momento el PRI ya era la tercera fuerza política del país. Pero comenzó su recuperación y a ganar elecciones. En la elección federal de 2009 obtuvo 36.68% de los votos, subió más de 14 puntos porcentuales y se reposicionó como la principal fuerza política del país.
Durante esta década el PRI expulsó de sus filas a Elba Esther Gordillo y a Roberto Albores y renunciaron a su militancia Tomás Ruiz, Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa, Diódoro Carrasco, Juan Sabines, Genaro Borrego, Roberto Vega Galina, y Rafael Ochoa Guzmán.
Gobierna a 59 millones de mexicanos en 19 entidades, es mayoría en 20 congresos locales; de los mil 118 diputados estatales 423 son priístas, gobierna 902 municipios de los 2 mil 457 y 22 de las 32 capitales del país. Tiene 33 senadores y 237 diputados federales y es el único partido con presencia nacional: 32 dirigencias estatales, 2 mil 457 municipales y 64 mil 389 seccionales electorales.
Aziz resalta que desde el Congreso el PRI se convirtió en un factor de equilibrio para dar gobernabilidad al país. Destaca los contrastes del PRI entre uno que mantiene gobiernos atrasados y autoritarios, “muy caciquiles y controladores de las dinámicas locales y regionales” en diversas entidades, hasta posiciones más progresistas a nivel de discursos, mezcladas con nacionalismo revolucionario y neoliberalismo.
Ackerman considera que de darse una reconquista del poder público nacional no sería diferente a antes de 2000. Acepta que el PRI ha dejado al país una vida institucional “con un Estado fuerte mal utilizado, pero al final hay expresiones gubernamentales importantes… que no habría que menospreciar”.
Las “fuerzas vivas”
Los “patrones” del tricolor han aprendido a convivir, a trabajar unidos y hoy definen el rumbo del PRI que se perfila de nuevo como el partido a vencer. Sus actores fundamentales son:
Su presidenta nacional, Beatriz Paredes, hizo una reestructuración total durante 2007, 2008 y en 2009 lo posicionó como primera fuerza política.
Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora, es considerado como el negociador por excelencia del tricolor. En las dos últimas legislaturas ha transitado de ser el presidente de la Cámara de Diputados a ser el líder del Senado.
El sonorense empuja las reformas del Estado y la electoral y lo mismo exige acciones concretas al presidente Felipe Calderón para enfrentar a la criminalidad, la ubicación de nueva refinería o censura los pactos entre PRD-PAN.
Otra “fuerza viva” la integran 18 gobernadores encabezados por el mexiquense Enrique Peña Nieto y el veracruzano Fidel Herrera Beltrán; su fuerza influye en la toma de decisiones.
Figuras con influencia son el secretario general Jesús Murillo Karam, el senador Francisco Labastida, el ex diputado Emilio Gamboa, el ex gobernador mexiquense Emilio Chuayffet, su representante ante el IFE Sebastián Lerdo de Tejada; Carlos Flores Rico, líder del Movimiento Territorial y Óscar Levín Coppel, ex titular de la Condusef.
También se dejan sentir los ex gobernadores Fernando Moreno Peña (Colima), Celso Humberto Delgado (Nayarit), Ausencio Chávez Hernández (Michoacán), la ex presidenta del PRI Dulce María Sauri (Yucatán), Manuel Andrade (Tabasco), cercano a Roberto Madrazo, quien está lejos el partido. Además Enrique Martínez y Martínez (Coahuila), Manuel Ángel Núñez Soto, (Hidalgo), ex integrantes del desaparecido Tucom (Todos Unidos Contra Madrazo).
El PRI se mantiene como un partido de sectores y organizaciones. El Sector Popular (identificado con Beltrones) está encabezado por el diputado Marco Bernal; el Obrero por el controvertido Joaquín Gamboa, y el Campesino por Cruz López. El Movimiento Territorial está dirigido por el tamaulipeco Carlos Flores Rico y el Frente Juvenil Revolucionario, por Canek Vázquez Góngora.
Coronavirus, la amenaza esta ahí afuera
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario