Noticia:
Rodeado por un grupo de médicos quienes hasta ahora han sido los convidados de piedra de un intenso y crispado debate político en torno a la reforma sanitaria, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió ayer a demócratas y republicanos hacer a un lado las tácticas obstruccionistas y no seguir retrasando su voto “a favor o en contra” del proyecto de reforma al sistema de salud más ambicioso en el último siglo.
“No veo cómo otro año de negociaciones nos podría ayudar. Lo que es más, las compañías de seguros no están comenzando de cero”, aseguró Obama en alusión al feroz y continuo embate de las aseguradoras y a las peticiones de los republicanos para volver al principio y elaborar un proyecto de reforma que se han empeñado en torpedear desde el primer día. A casi una semana de la cumbre bipartidista que Obama organizó en la Casa Blanca para tender puentes y vencer las resistencias de quienes rechazan el proyecto de reforma, el presidente dio a conocer la última de sus propuestas que, aseguró, incorpora “las mejores ideas por parte de demócratas y republicanos”.
A pesar de que el presidente evitó utilizar la palabra “reconciliación” –el último recurso de procedimiento legislativo que tiene la mayoría demócrata para sacar adelante la iniciativa de reforma sin el apoyo de los republicanos—, Obama sugirió que su administración está resuelta a sacar adelante un proyecto de reforma del que depende no sólo el futuro de la sanidad en EU, sino la evolución del déficit público y una sexta parte de la economía.
“Lo que está en juego en este momento no es sólo nuestra capacidad de resolver este problema, sino nuestra capacidad de resolver cualquier problema. El pueblo estadounidense quiere saber si aún es posible para Washington cuidar de sus intereses y su futuro. Están esperando que actuemos”, aseguró Obama. Los republicanos, que se mantienen cerrados a toda negociación, convencidos de que una victoria política para la Casa Blanca y los demócratas comprometería sus posibilidades de recuperar el control del Congreso en las elecciones de medio término, en noviembre, emitieron una virulenta respuesta ante estas declaraciones.
“El presidente sigue ignorando los deseos de los estadounidenses”, disparó el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnel, quien, además, acusó tanto a los demócratas como a la Casa Blanca de maniobrar tras bambalinas para aprobar a toda costa la reforma sanitaria, mediante el proceso legislativo de reconciliación que sólo requiere de 51 votos del Senado para aprobarla.
Fuentes del Senado y de la Cámara de Representantes han dado cuenta de las intensas negociaciones que mantienen la Casa Blanca y los líderes de la mayoría demócrata en ambas cámaras con el fin de preparar una versión definitiva y conciliada de la iniciativa de reforma aprobada por el Senado el pasado mes de diciembre. Estos esfuerzos de conciliación se han topado, sin embargo, con las resistencias no sólo de los republicanos, sino del bloque de los demócratas en la Cámara de Representantes que insisten en hacer cambios en algunos capítulos espinosos como inmigración y aborto, donde las versiones de las dos cámaras mantienen versiones contrapuestas.
Coronavirus, la amenaza esta ahí afuera
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario