China ralentiza el aumento de su presupuesto militar.

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Tras años de fuertes incrementos de su presupuesto militar, China ha comenzado a moderarlo. Pekín ha anunciado, en vísperas del inicio de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), que el presupuesto de defensa para 2010 será de 532.110 millones de yuanes (56.940 millones de euros), lo que supone un incremento del 7,5% sobre el gasto real efectuado el año pasado, que superó en 14.304 millones de yuanes (1.530 millones de euros) lo planificado. Si se compara el presupuesto de 2010 con el de 2009 anunciado el año pasado en estas mismas fechas, el ascenso es del 10,7%.

La tendencia a la baja del ritmo de incremento de la partida militar china puede ser debida a una mezcla de factores. Por un lado, el rápido crecimiento que ha experimentado en los últimos años; por otro, las restricciones financieras impuestas por la coyuntura económica actual, y, por otro, la preocupación internacional sobre el creciente poderío militar del país asiático. El año pasado, el aumento anunciado del presupuesto para 2009 respecto a 2008 fue del 14,9%, mientras que entre 1999 y 2008 creció a una media del 16,2% anual, según el libro blanco de Defensa, publicado en enero de 2009.

La rápida modernización y la adquisición de cazas, barcos de guerra y submarinos de última generación por parte del ejército chino han causado inquietud en Estados Unidos, Japón e India, entre otros, que se preguntan sobre las intenciones de un país cuyo peso diplomático y económico no cesa de crecer.

Li Zhaoxing, portavoz de la APN (el Parlamento), ha querido aliviar estas sospechas y ha dicho que "China se ha comprometido a desarrollarse de forma pacífica", que el papel de su ejército es "defensivo por naturaleza" y que el aumento del presupuesto militar está destinado a reforzar la capacidad para "responder a diversas amenazas", que no nombró. El Gobierno afirma que alrededor de un tercio de la partida militar va destinada a los salarios y la mejora de las condiciones de vida de los soldados, y el resto se divide entre la sustitución de equipos y la investigación y el desarrollo.

El portavoz ha asegurado que "el único propósito de la fortaleza militar china es proteger la soberanía y la integridad territorial"; la misma frase que utilizó el año pasado y que lleva implícita la prioridad absoluta que otorga Pekín al mantenimiento de la presión sobre Taiwan para evitar que pueda declarar la independencia, y al reforzamiento del control sobre las regiones autónomas de Tibet y Xinjiang, donde se registraron violentas revueltas étnicas en 2008 y 2009, respectivamente. China considera Taiwan parte irrenunciable de su territorio, a pesar de que la isla ha sido gobernada como país soberano de facto desde que los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron en ella tras perder la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong en 1949.

Li ha insistido en que el capítulo militar chino sigue siendo relativamente bajo, especialmente si se compara con el tamaño del país y su población. El antiguo ministro de Exteriores ha recordado que en los últimos años el gasto de defensa ha representado alrededor 1,4% del PIB (producto interior bruto), frente a más del 4% en Estados Unidos y más del 2% en Reino Unido, Francia y Rusia. Washington y expertos extranjeros creen, sin embargo, que el gasto real chino es entre dos y tres veces superior al oficial y aseguran también que es difícil saber qué está incluido en las cifras hechas públicas.

El presupuesto de defensa es una de las partidas que deben ser aprobadas por el Parlamento en la sesión que comienza mañana entre fuertes medidas de seguridad y concluirá el 14 de marzo. Se prevé que el cónclave ponga especial énfasis en las políticas de vivienda, educación, sanidad y otros programas sociales. El Gobierno pretende modificar también el sistema de elección de los diputados para corregir las disparidades actuales, que dan mayor representación a los habitantes de las zonas urbanas que a los de las rurales, donde, sin embargo, vive el 55% de la población.