Piñera quiere gobierno de unidad nacional.

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En su agitado primer día como presidente electo de Chile, el derechista Sebastián Piñera admitió ayer que buscará "un gobierno de unidad nacional" y no descartó que a su gabinete "sean invitados quizás políticos de la Concertación Democrática", que acaba de ingresar en una etapa de "profundo debate interno".

"Quiero un gobierno de unidad nacional: vamos a nombrar un nuevo equipo de gobierno y de excelencia. Vamos a aspirar a un gabinete no sólo de Coalición por el Cambio, sino que también habrá políticos independientes y quizás de la Concertación", aseguró Piñera en declaraciones a la prensa extranjera.

Convertido en el primer candidato de la derecha chilena que gana unas elecciones democráticas después de 50 años, Piñera adelantó que Codelco, la estatal empresa del Cobre (la mayor productora mundial de ese metal), "seguirá siendo estatal pero haremos cambios muy profundos, porque en el último tiempo ha perdido competitividad y eficacia".

Piñera recibió ayer en su casa la visita de la presidenta Michelle Bachelet, con quien comenzó a preparar la transición para asumir le cargo el próximo 11 de marzo, y la del cardenal primado de Chile, Monseñor Miguel Errázuriz.

Ya en sus primeras horas como mandatario electo, Piñera marcó rápidamente el territorio con el venezolano Hugo Chávez, al decir que con su futuro homólogo "tengo profundas diferencias"
aunque aclaró que privilegiará "la diplomacia comercial" con los venezolanos.
"Quiero decirlo con mucha claridad: esas diferencias son profundas y tienen que ver cómo se concibe y practica la democracia, la forma cómo se concibe el modelo de desarrollo económico",puntualizó Piñera.


En las filas del gobierno ayer todo era debate. Bachelet visitó en su casa al derrotado candidato y ex presidente (1994-2000) Eduardo Frei, mientras su ex vocera, Carolina Toha, llamó a "refundar a la Concertación y hacerla mucho más abierta a la ciudadanía".

No son pocos los que indican que la derrota se produjo por un alejamiento de las altas estructuras partidarias de la sociedad y de ahí que ayer se reclamaban las renuncias de los presidentes del Partido Socialista, Camilo Escalona, y de la Democracia Cristiana, Juan Carlos Latorre, al considerarlos una suerte de "mariscales de la derrota".

De acuerdo con Roberto Funk, de la Universidad de Chile "la Concertación entró en un periodo difícil de análisis y reflexión donde sobrarán las acusaciones mutuas que pueden alcanzar a la misma presidenta por haber dejado de lado el manejo político y dejar expuesto a los partidos".