Demandas por despidos crecen 25%.

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La crisis económica que enfrenta el país y en consecuencia también el estado de México, ha saturado de demandas por despidos injustificados a la Procuraduría para la Defensa del Trabajo.

Obreros, técnicos, costureras, trabajadoras domésticas e incluso sacristanes han sido despedidos de sus puestos sin recibir un solo peso de gratificación.

El titular de la dependencia, Bernardo García Cisneros, aseguró que las demandas por despido se han disparado este año en al menos 25%, comparativamente a los juicios, asesorías legales y asuntos en general que se dirimieron ante esta instancia durante todo 2008.

El funcionario destacó que los casos que llegan a esta dependencia tienen que ver con trabajadores muy modestos que no ganan más de dos salarios mínimos al día, es decir alrededor de 85 pesos diarios y que recurren a la procuraduría para la defensa del trabajo, ante su imposibilidad económica de contratar a un abogado privado.

García Cisneros mencionó que este año se llevan 66 mil 150 demandas atendidas. “Esta enorme cantidad de personas con conflictos laborales equivale a llenar seis veces la plaza cívica de Toluca”, ejemplificó.

Señaló que de esa cantidad de personas que han acudido a la dependencia, un total de 9 mil 600 juicios, además de que este año se han logrado obtener, como resultado de los juicios ya resueltos, 96 millones 180 mil 677 pesos. “Esto es importante porque la procuraduría para la defensa del trabajo atiende a trabajadores muy modestos que perciben hasta dos salarios mínimos como máximo, es decir son salarios pequeños”, explicó.

El funcionario mexiquense también indicó que dentro de este universo de trabajadores despedidos injustificadamente, lo mismo se encuentran obreros y técnicos, que domésticas y hasta sacristanes despedidos de las iglesias a las que sirvieron por años.

Señaló que esto es reflejo de la grave crisis económica y evidencia de “que le está pegando parejo a todos los sectores”, sostuvo. El 31% de los conflictos laborales se han dirimido en las oficinas de Toluca, 29% en las de Tlalnepantla y 20% en la de Ecatepec, mientras que el resto se dividen entre las regiones de Cuautitlán-Texcoco y La Paz.