El Ejército francés, criticado por desatar un incendio a las afueras de Marsella.

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Unas prácticas de tiro de los legionarios franceses causaron ayer por la tarde un incendio que ha arrasado 1.100 hectáreas de vegetación baja y ha amenazado los barrios del este y sur de Marsella, en el sur de Francia, aunque los bomberos han anunciado esta mañana que el fuego está bajo control. El incendio ha generado la incomprensión y la cólera de las autoridades de la región que no entienden quién tomó la oden irresponsable de organizar unos ejercicios militares con 32 grados a la sombra y un fuerte viento.

Los residentes de un geriátrico en La Panouse, al sur de la ciudad, tuvieron que ser evacuados en pijama a las 03.00 horas y ser trasladados a un gimnasio, donde han pasado la noche. Un centro para personas con discapacidad también fue desalojado conforme el fuego se acercaba. En total, unos 350 vecinos han sido evacuados de sus casas. Siete bomberos y gendarmes han resultado heridos leves por intoxicación. Después de trabajar durante 17 horas en la extinción, los bomberos han comunicado esta mañana que el fuego está bajo control, aunque 500 efectivos continúan en la zona.

El prefecto de la región (delegado del Gobierno), Michel Sapin, ha hablado en la emisora de radio RTL de la "imbecilidad del gesto" de los militares. "He llamado por teléfono al Gobernador militar para decirle que es inadmisible y escandaloso que los militares, como si no pasara nada, continúen sus actividades cuando hay viento y las condiciones son peligrosas". El alcalde de Marsella y senador, Jean-Claude Gaudin, ha dicho que ha sido una "estupidez increíble".

De momento, se ha abierto una investigación sobre lo sucedido y el mando de la Legión responsable de los disparos ha sido suspendido de sus funciones. El incendió se desató en el campo militar de Carpiagne y se fue extendiendo por el terreno debido al fuerte viento, poniendo en riesgo a la ciudad. Segñun un portavoz militar en el ejercicio se usaron en violación de las órdenes dadas, balas trazadoras, un tipo de munición que lleva adosado una pequeña carga pirotécnica con el objeto de hacer visible el proyectil al ojo humano.

El primer ministro francés, François Fillon, que tenía previsto asistir hoy a la decimoctava etapa del Tour de Francia, ha cambiado su agenda y viajará a Marsella para ver la situación sobre el terreno acompañado del Ministro del Interior, Brice Hortefeux, y del de Defensa, Hervé Morin.