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viernes, 6 de noviembre de 2009

"Es difícil evitar el ataque de un lobo solitario contra Obama".

Entrevista:


Janet Napolitano lleva 10 meses al frente del Departamento de Seguridad Nacional de EE UU. Con un presidente negro al frente del país, no es extraño que en su radar esté la pesadilla de un atentado: "La seguridad del presidente siempre es primordial. Una de las cosas más complicadas es lo que llamamos el lobo solitario, el individuo que, por cualquier razón, se ha convertido al extremismo violento y que, por cualquier razón, quiere matar a alguien que representa algo que no le gusta. Las incursiones de un lobo solitario son un problema difícil".

Napolitano, casi 52 años, nacida en Nueva York y ex gobernadora de Arizona, acaba de estar en Madrid. Resta importancia a los últimos resultados adversos a los demócratas y cree que la historia destacará con honores el arranque de la presidencia de Obama.

Pregunta. ¿Cómo está cambiando la política antiterrorista de los últimos años?

Respuesta. Estamos yendo de una política basada en el miedo a otra que tiene como objetivo estar preparados. Eso implica hablar a los norteamericanos de los riesgos que tenemos y asumir que por mucho que hagamos nunca podrán ser completamente eliminados. Debemos explicar el concepto de responsabilidad compartida en seguridad; no es sólo asunto del Gobierno, es del individuo, de las comunidades, del sector privado, de diferentes niveles en la Administración... Es hacer todo lo posible en prevención y garantizar una respuesta rápida y eficaz ante lo imprevisto.

P. ¿Cuáles son hoy las principales amenazas?

R. No es fácil hacer una lista, pero la amenaza terrorista sigue en primer lugar; es una preocupación internacional de la que he hablado en Madrid y Londres esta semana. Hay métodos diferentes, así que siempre tenemos que estar planteándonos preguntas del tipo ¿qué pasaría si...? Segundo, la amenaza creciente sobre las ciberestructuras. Somos muy dependientes de las redes de información. Es una amenaza emergente en la que va a haber mucha más cooperación internacional.

P. ¿Cómo ve a Al Qaeda ocho años después del 11-S?

R. EE UU es ahora más seguro que antes del 11-S; más que hace cuatro años, más que hace un año. Cada día mejoramos en cómo reducir los riesgos de otro atentado terrorista y cómo responder si ocurre. Dicho esto: Al Qaeda cambia, no es una organización estática, ni geográficamente ni por sus afiliados. Por tanto, nuestra actividad tampoco puede ser estática. Siempre nos estamos moviendo. Igual que ellos.

P. ¿Así que no hay nada que le quite el sueño?

R. Yo trato de poner en práctica lo que predico. No dejo de dormir por temor a lo que podría pasar. Nuestro trabajo es abordar los problemas e identificarlos con los mejores recursos humanos y tecnológicos para reducir los riesgos. Y la cooperación internacional es ahora muy diferente. Por eso importan mucho las relaciones entre aliados, es parte de la labor preventiva.

P. ¿Habrá pasos adelante en la reforma de la inmigración?

R. El presidente quiere avanzar en 2010. Se está trabajando en el Congreso, tanto en el refuerzo de la seguridad en la frontera como en la mejora del proceso de visados, en temas familiares... Anticipo que se presentará al Congreso una ley en la primera mitad de 2010.

P. ¿Y esta vez acabará bien?

R. Ahora es distinto que en 2007. La frontera con México es mucho más segura que hace un par de años, y lo digo porque he vivido allí, la he pateado, la he cabalgado... Hay un mejor sistema para encontrar a los que han cruzado la frontera ilegalmente e identificar a los empresarios que les han dado empleo. Hay una conciencia pública creciente, en el sentido de que hay que cambiar.

P. ¿Hasta el punto de que hay una mayoría que ve que los ilegales son, en buena parte, futuros norteamericanos?

R. Sí, creo que los norteamericanos asumen que no vamos a deportar a 11 ó 12 millones de personas. Nunca fue una solución realista, y tampoco es bueno para la seguridad tener gente que no sabes quiénes son ni dónde están. Debe haber un proceso en el que se integren en el sistema, paguen una multa... lo que sea para identificarse y que se integren.

P. Su ministerio está hecho con organismos de 22 departamentos. ¿Cómo funciona eso?

R. Nuestro lema es One DHS [un solo Departamento de Seguridad Nacional]; sí, hay 22 agencias, pero un único Departamento de Seguridad Nacional y nuestra misión es proteger el país contra el terrorismo, asegurar las fronteras por aire, mar y tierra, aplicar las leyes de inmigración y estar listos para hacer frente a desastres naturales. Si nos concentramos en estos asuntos esenciales, lo demás se irá ajustando.

P. Usted conoce la frontera y conoce México. ¿La guerra mexicana contra las drogas es, también, de EE UU. ¿Su Gobierno ayuda lo suficiente?

R. Trabajamos muy estrechamente con el presidente Calderón y su Gobierno y no podía estar más de acuerdo en que hay un enorme interés de EE UU en la derrota de los carteles. Para nosotros es un asunto de seguridad nacional el que estas organizaciones estén metiendo drogas en cientos de comunidades. Estamos haciendo muchas cosas con México y tenemos que hacer muchas más en los próximos meses. Nunca antes ha sido mejor la cooperación, pero es cierto que tampoco antes ha habido tanta necesidad de que exista esa cooperación. Es un momento muy importante.

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