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El gobierno de facto de Honduras, liderado por Roberto Micheletti, sacó ayer por la fuerza a 57 campesinos zelayistas que estaban en el Instituto Nacional Agrario y arrestó a algunos.
A primera hora de ayer, miembros de la Policía y el Ejército asaltaron el instituto y en un segundo operativo, alrededor de 500 agentes y soldados, según una fuente oficial, dispersó con cargas y gases lacrimógenos una concentración de unos pocos cientos de zelayistas ante el edificio de Radio Globo, donde protestaban por el cierre del lunes de la emisora, que sigue al aire a través de internet y de manera clandestina.
El Tribunal Supremo Electoral se sumó ayer al Congreso y a diferentes voces de partidos políticos hondureños, para reclamar se derogue el decreto de suspensión de garantías. Micheletti dijo que accedió a analizar la solicitud y volvió a insistir en que el decreto será “derogado de la manera oportuna”.
El líder de facto dijo que “no ha llegado la hora de sentarse” a dialogar con Zelaya, aunque indicó que representantes de ambos sectores estánd dialogando. Al respecto, el obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda, aseguró que hay mucho diálogo a “distintos niveles”.
Por lo pronto, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras denunció que desde el golpe de Estado han sido “asesinadas” al menos catorce personas.
La OEA informó que la misión de altos funcionarios que preparará la próxima visita de los cancilleres y del secretario general del organismo, José Miguel Insulza, viajará mañana a Tegucigalpa. Para anoche estaba prevista la llegada de una misión de diputados brasileños apara mantener contactos con diferentes sectores y conocer la situación de la legación diplomática. También ayer trascendió que la congresista republicana Ileana Ros- Lehtinen, defensoras del gobierno de facto, viajará la semana próxima a Tegucigalpa y se reunirá con Micheletti.
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