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Senadores de oposición acusaron al gobierno federal de “falta de sensibilidad” al elegir la incineración de toneladas de ropa incautada, en lugar de repartirla entre la gente pobre.
El secretario de la Comisión de Desarrollo Social del Senado, Rogelio Rueda (PRI), afirmó que la ley posibilita la opción de donarla. Para el secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, Tomás Torres Mercado (PRD), es “absurdo” que las autoridades se dejen presionar por la industria del calzado y del vestido, cuando hay una necesidad imperiosa de atender a los mexicanos en situación de pobreza.
Este diario publicó ayer que el gobierno federal logró en 27 meses el mayor decomiso de ropa nueva y usada, la cual fue destruida. En unas ocasiones la decisión se tomó por razones de salubridad, pero en la mayoría de ellas, por la presión que ejerce la industria del vestido.
Organizaciones ambientalistas advirtieron además que la quema de las prendas es altamente contaminante, debido a que no se separan los materiales textiles, muchos de los cuales son tóxicos.
Grupos de asistencia como Ministerios de Amor señalaron que la determinación gubernamental resulta una “solución rápida” que no contempla las necesidades sociales. La canalización de ropa a la sociedad debería darse mediante una convocatoria pública, planteó.
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