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El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, pidió ayer que renuncien tanto el mandatario de facto, Roberto Micheletti, como el depuesto líder Manuel Zelaya como una alternativa para salir de la crisis política en el país.
Lobo y el gobierno de facto están bajo presión internacional para recomponer el orden constitucional y lograr el reconocimiento para la nueva administración que asumirá en enero, así como recuperar la vital ayuda extranjera que fue cortada tras el golpe de Estado contra Zelaya el 28 de junio.
El mandatario electo en los comicios presidenciales de fines de noviembre se reunirá el lunes entrante con Micheletti y dijo que haría gestiones para conversar con Zelaya, refugiado hace casi tres meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
“Ambos dijeron que estaban dispuestos a renunciar, pero ahora yo creo que podemos lograr que ese propósito se concrete y logremos tener nosotros integrado el gobierno de reconciliación nacional”, dijo Lobo en rueda de prensa.
Zelaya ha dicho que no cejará en sus intentos de restitución y Micheletti dijo la semana pasada que seguirá en el cargo hasta la asunción de Lobo, el 27 de enero.
Las elecciones de noviembre no fueron reconocidas por una mayoría de naciones latinoamericanas encabezadas por Brasil, Argentina y Venezuela por haber sido organizadas por el gobierno de facto. Pero contaron con el visto bueno de Estados Unidos, Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica.
Lobo insistió en que trataría de facilitar la salida de Zelaya de la embajada tras un frustrado intento la semana pasada, cuando México envió un avión a Tegucigalpa para llevarse al depuesto presidente, pero el gobierno facto dijo que sólo podía salir bajo el estatus de asilado político.
El presidente electo inauguró con diversos sectores sociales el diálogo nacional que promovió durante la campaña electoral. “Este diálogo lo haremos sin ningún sesgo político”, expresó Lobo al instalar el encuentro, al que no asistieron representantes del Partido Unificación Democrática (de izquierda) ni del Frente Nacional de Resistencia Popular que exige la restitución de Zelaya. El mandatario electo agregó que hoy tendrá una reunión en el Congreso para alentar la aprobación de una amnistía política a favor de los involucrados en el golpe de Estado.
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