Chávez suspende programa dominical.

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“Hoy no podrán disfrutar” del programa ¡Alo presidente! debido a un “quebranto de salud” del mandatario. Con esas palabras, el ministerio de Comunicación de Venezuela anunció la suspensión del programa televisivo que encabeza el presidente, Hugo Chávez, sin informar cuál es el malestar que lo aqueja y que lo obligó a no concretar la emisión programada para realizarse en la sierra de Perijá.

Tratándose de Venezuela, donde todo está absolutamente polarizado, que Chávez haya estado un domingo sin sus maratónicas apariciones ante la cámara podría traducirse como “no podrán disfrutar” o “podrán descansar” de las largas peroratas del mandatario.

El comunicado sólo se limitó a informar de la suspensión y a invitar a los televidentes a ver otros programas de radio y televisión de la red estatal de emisoras. Nicia Maldonado, ministra de los Pueblos Indígenas, y oriunda de la etnia Wayú, aseguró que el presidente se había comprometido a encabezar el acto del Día de la Resistencia Indígena, como se denomina en Venezuela al día de la Hispanidad, para entregar títulos de propiedad y de tierras a los miembros de la etnia Yukpa. Voceros del gobierno consultados por este diario no dieron cuenta de ninguna enfermedad grave del presidente, salvo algún problema intestinal leve.

Pero a pesar de no haber podido estar ante la cámara, Chávez se las arregló para estar presente en los medios. Lo hizo a través de una columna publicada por un diario local, en el que cuestiona el Premio Nobel de la Paz con el que acaba de ser galardonado su par estadounidense, Barack Obama, de quien dijo “no se merece ese premio porque en lugar de promover la paz continúa con las políticas bélicas de su predecesor George W. Bush”. Además, Chávez se preguntó “¿Qué ha hecho Obama para merecer este galardón?”.

Según Chávez, el jurado valoró “como rasgo determinante su deseo de un mundo sin armas nucleares, olvidando su empeño por perpetuar sus batallones en Irak y Afganistán y su decisión de instalar bases militares en Colombia”.

Más allá de sus reflexiones, lo cierto es que la mitad de los venezolanos se vieron privados ayer de “disfrutar” a Chávez y la otra mitad logró descansar de él. Eso sí: todos el país se quedó sin conocer la agenda política de la semana, como están acostumbrados, que es para lo que en verdad sirve sentarse hasta seis horas frente al televisor o no despegarse de la radio para seguir ¡Aló presidente!.