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Con unos índices de popularidad que reflejan la lenta pero inexorable erosión de su imagen, el presidente Barack Obama reconoció ayer que su gobierno no tiene una “bala de plata” para resolver el problema del desempleo que ya afecta a 16 millones de estadounidenses, pero adelantó que su intención es “salir de esta recesión” con propuestas concretas para crear nuevas fuentes de trabajo.
Sin ofrecer cifras concretas, Obama adelantó un nuevo plan de estímulo, que fuentes del Congreso y de la Casa Blanca cifran entre 70 mil y 100 mil millones de dólares, para estimular la creación de empleos y combatir una tasa de desempleo que se mantiene en 10%, la más elevada en el último cuarto de siglo.
“Nosotros evitamos la depresión que muchos temieron, pero nuestro trabajo está lejos de haber terminado”, aseguró el mandatario en un discurso pronunciado ante la Brookings Institution, en el contexto de una apurada ofensiva para atajar la impaciencia de millones de familias que podrían beneficiarse con un segundo paquete de estímulo para reactivar la economía y alentar la inversión en nuevas infraestructuras, fomentar la contratación por parte de pequeñas empresas y premiar la construcción de edificaciones más sostenibles sobre todo en eficiencia energética.
El presidente estadounidense aprovechó su intervención para hacer un recuento del legado recibido el pasado enero, en medio de un cataclismo financiero sin precedentes desde la Gran Depresión y que obligó a la Casa Blanca y al Congreso a aprobar apresuradamente un programa de rescate financiero por 700 mil millones de dólares.
“Hoy hay más de 7 millones de ciudadanos más sin empleo desde que se declaró la recesión”, aseguró el presidente Obama al defender su plan para estimular la creación de nuevas fuentes de trabajo.
“El argumento de que el país debe escoger entre reducir el déficit o invertir en la creación de empleo representa una elección falsa”, aseguró Obama al puntualizar que un mayor crecimiento económico generará mayores ingresos y reducirá el gasto en seguros de desempleo.
El plan de estímulo adelantado por el Ejecutivo se concentrará, sobre todo, en las pequeñas y medianas empresas que se beneficiarán de líneas de crédito y de exenciones fiscales.
Al ofrecer un bosquejo de su plan, el presidente no desaprovechó la oportunidad de arremeter contra los ataques de los republicanos, que le han acusado de actuar de forma irresponsable al aumentar el déficit presupuestario.
Brecha presupuestaria
Según estadísticas del Congreso, la brecha presupuestaria creció en 2009 hasta los 1.4 billones de dólares, una cifra que representa 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
La Casa Blanca ya ha adelantado que los 100 mil millones de dólares que podría inyectar en el curso de las próximas semanas como parte de este plan de estímulo provendrían de los fondos sobrantes que salieron repentinamente del programa de rescate bancario que el gobierno autorizó para salvar a Wall Street y que ya han comenzado a ser reembolsados por algunas empresas bancarias.
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