Menos remesas llegan al sureste.

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La crisis económica de Estados Unidos llegó hasta el sureste mexicano, donde la recepción de remesas enfrenta el peor escenario en el país.

Daniel Chiquiar Cikurel, director de medición económica del Banco de México, aseguró que hasta el mes de mayo, Chiapas, Campeche y Tabasco enfrentaron la mayor caída de recepción de remesas.

Sin embargo, advirtió, el estado de Hidalgo no sólo debe preocuparse por conseguir la nueva refinería, ya que es la cuarta entidad donde el envío de recursos también se desplomó.

“De enero a mayo de 2009, en comparación con el mismo periodo de 2008, hubo caídas muy fuertes en términos proporcionales en las remesas recibidas por Chiapas, Campeche, Tabasco e Hidalgo”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

La Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio cuenta recientemente que hogares pobres en México dependen en una buena cantidad del envío de remesas de sus connacionales.

“Estos recursos permiten sostener familias que en ausencia de remesas se verían en una situación más precaria por no tener alternativas de trabajo. Una parte importante va a zonas rurales”, expresó Chiquiar.

Dijo que mientras en Chiapas los envíos cayeron 26.3%, a mayo, a tasa anual, en Colima subieron 8.9%.

Agregó que Baja California Sur y Coahuila no se vieron afectadas.

“Se ha dado una variación muy grande en el impacto que ha tenido el ciclo actual, sobre las remesas recibidas por diferentes estados de la República”, señaló el funcionario federal.

Detalló que en términos monetarios, hasta el mes de mayo, Michoacán recibió 929 millones de dólares y Guanajuato 849 millones de dólares.

Mejorará panorama para 2010

Chiquiar comentó que la tendencia actual es de una contracción de las remesas, pero una vez que se recuperen las industrias de la construcción y manufacturas en Estados Unidos volverán las tasas positivas de crecimiento.

“Para 2010 se esperaría que las remesas dejen de mostrar una contracción como la observada en los primeros meses de este año”, expuso.

Sin embargo, Chiquiar agregó que en la próxima década habrá crecimientos más moderados en las tasas de crecimiento de remesas, en donde no se observarán las tasas espectaculares del pasado.

En sus oficinas, el directivo del banco central, apasionado de la pesca, afirmó que esos recursos no dejarán de ser una fuente importante de recursos para México.

Su argumento se basa en el hecho de que existen millones de mexicanos en Estados Unidos, muchos de ellos ya legalizados que seguirán aportando.

Chiquiar es el hombre encargado de contabilizar las remesas en México.

Sin embargo, descartó hacer algún pronunciamiento sobre el monto en el que cerrarán las remesas en el año.

Desde su trinchera, comenta que en 2008, según encuestas del vecino país, 57% de los mexicanos se dedicaron al sector de servicios, 21% al de la construcción y 16% a las manufacturas.

“En particular, las manufacturas y el sector de la construcción representan alrededor de 40% de las plazas en que los trabajadores mexicanos laboran en Estados Unidos”, comentó.

“Estos recursos permiten sostener familias que en ausencia de remesas se verían en una situación más precaria por no tener alternativas de trabajo. Una parte importante va a zonas rurales”, afirmó Chiquiar.

Explicó que en la medida en que ya no observe un aumento tan fuerte en el número de migrantes en Estados Unidos, pues claramente la tendencia de las remesas, si bien positiva, podría implicar un riesgo de crecimiento más moderado, para la próxima década.

No obstante, el funcionario del Banco de México confió en que en 2010 se podría observar una cierta recuperación, en comparación con las caídas de 2009 y 2008.