Afganistán pacta un alto el fuego con los talibanes en la zona de los soldados españoles.

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El Gobierno afgano ha pactado un alto el fuego con los talibanes de la región noroccidental de Badghis, donde está desplegado el grueso del contingente español de la misión de la OTAN en el país (ISAF). Según ha informado un portavoz, el Gobierno de Kabul trata de alcanzar acuerdos similares en otras regiones para atajar la violencia que amenaza las elecciones presidenciales del próximo 20 de agosto.

Seyamak Herawi, portavoz del Gobierno de Hamid Karzai, ha explicado que el acuerdo con los talibanes de Badghis se alcanzó el sábado. "Mientras dure el alto el fuego, el Gobierno no atacará a los talibanes y ellos podrán tomar parte en las elecciones", ha dicho Herawi. El acuerdo, alcanzado con la mediación de jefes tribales de la región, supone que los talibanes no atacarán a los candidatos en la provincia en los actos electorales y les permitirán abrir oficinas de campaña.

Además, el portavoz ha asegurado que las autoridades de Kabul van a intentar otros acuerdos similares en otras regiones del país para mejorar la seguridad de cara a las elecciones. Es una política que cuenta con el respaldo de Reino Unido. En un discurso en la sede de la OTAN sobre la nueva estrategia aliada en Afganistán, el ministro británico de Exteriores, David Miliband, ha abogado por la "reinserción" de los talibanes moderados, dado que la sola lucha militar "no es suficiente". Aboga por un "acuerdo político inclusivo" que pase por la "reconciliación y la reinserción" de los talibanes moderados, a los que Kabul debería ofrecer "un papel suficiente en la política local como para que abandonen la confrontación con su Gobierno". Así, ha distinguido entre los "ideólogos de línea dura, que son violentos y no pueden ser reinsertados" y aquellos que sí pueden ser "convencidos para participar en la política doméstica".

En todo caso, ha puesto la responsabilidad de que esa estrategia funcione en manos del Gobierno que salga de las elecciones de agosto. A su juicio, no se trata sólo de que los candidatos presenten programas claros, sino de que sean capaces de aplicarlos.