Obama releva al jefe militar en Afganistán

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, relevó ayer a su comandante de mayor rango en Afganistán, el general Stanley McChrystal, por los polémicos comentarios que éste hizo a una revista y que enfurecieron a la Casa Blanca y amenazaron con minar los esfuerzos por ganar la guerra.

Obama anunció que aceptó la renuncia de McChrystal tras una reunión de 30 minutos en la Casa Blanca, y nombró como su reemplazo al general David Petraeus, jefe del Comando Central estadounidense. “La guerra es más grande que cualquier hombre o mujer, ya sea un civil, un general o el presidente”, explicó Obama. “Por más difícil que sea perder al general McChrystal, creo que es la decisión correcta en aras de nuestra seguridad nacional”.

McChrystal fue convocado por Obama a la Casa Blanca para que explicara comentarios que él y sus asesores hicieron en un artículo publicado en la revista Rolling Stone menospreciando al presidente y a otros funcionarios de alto rango, incluyendo al vicepresidente Joe Biden.

“La conducta mostrada en el artículo recientemente publicado no cumple con el estándar que debería tener un general de comando”, dijo Obama en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca.

“Mina el control civil del Ejército y eso está al centro de nuestro sistema democrático. Además erosiona la confianza que es necesaria para que nuestro equipo trabaje unido para lograr nuestros objetivos en Afganistán”, señaló. “En mi equipo acepto el debate, pero no la división”, alegó el mandatario.

Obama subrayó que la remoción de McChrystal no significa un cambio de estrategia en Afganistán. “Es un cambio de personal, no de política”, aseguró.

Antes de su encuentro con Obama, McChrystal se reunió en el Pentágono con el secretario de Defensa, Robert Gates. En un comunicado, el general de 55 años, además de decir que había renunciado, se disculpó por el furor que causaron sus declaraciones a Rolling Stone: “Fue un error que refleja un mal juicio y nunca debió haber ocurrido”.

El gobierno afgano expresó su beneplácito con el nombramiento de Petraeus —que debe ser confirmado por el Senado—, aunque el martes se había mostrado a favor de mantener a McChrystal en el puesto.