Inseguridad no afecta calificación: Moody’s.

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Alberto Jones, director general de Moody’s México, confirmó que no hay elementos para modificar la calificación del país.

El directivo afirmó que si bien el problema de la inseguridad es un tema que se evalúa o influye, hay estabilidad en las finanzas “y eso mantiene inamovible la evaluación, que desde 2005 es de Grado de Inversión ‘Baa1’”.

Advirtió que el crimen organizado es un problema serio, grave y penoso, pero no incide de manera determinante en la calificación de los títulos.

Por ejemplo, si un grupo de poder alterno afecta la inversión, eso podría tener un impacto en el nivel riesgo de crédito local, “pero para que altere la calificación del país, los alcances tendrían que ser dramáticos”.

Jones destacó que en una nación fundamentalmente se califica su capacidad para pagar sus adeudos.

“La inseguridad es un elemento que se considera en la evaluación, pero en el caso de México, no es determinante para su calificación”.

Insistió que los fundamentos macroeconómicos del país en estos momentos son robustos, por lo que no se prevé ningún riesgo.

El directivo alertó que la gran debilidad del país es que no tiene previstos mayores recursos para financiar el crecimiento y la inversión.

“Se requiere un sistema fiscal que permita una mayor flexibilidad para no abandonar proyectos importantes que estimulan el crecimiento económico”.

Y esta debilidad, dijo, es cada vez más dramática porque los países con los que México se compara tienen una mejor recaudación respecto a su Producto Interno Bruto (PIB).

Jones anticipó que si el país no mejora en el corto y mediano plazo —uno o dos años— estará expuesto a un cambio en el riesgo de la deuda soberana.

En entrevista a EL UNIVERSAL, el especialista consideró que la reforma fiscal que requiere el país debe contar con mecanismos que le permitan más ingresos al sector público.

“Mientras persista una pobre recaudación, el crecimiento económico no podrá detonar”, agregó.

Ahora, dijo, se requiere un cambio de paradigma para que el gobierno obtenga más recursos.

Insistió que la “forma” que tengan los ajustes fiscales no serán tan importantes como el resultado que se obtenga; pero éstos deben permitir una recaudación más amplia.

Sobre su perspectiva para el sistema financiero, mencionó que ésta se mantiene negativa para la industria en su conjunto, pero no para las instituciones en lo individual.

No obstante, consideró que una de las principales fortalezas de la banca es que está sólida y un factor de estabilidad de un país es que cuente con un sistema bancario saludable.