La UNAM buscará convertirse en modelo del manejo sustentable de sus recursos y ejemplo para el entorno social.

Noticia:


Frente a los graves y complejos problemas que aquejan al país en materia de conservación ambiental, la UNAM impulsará, a partir de este año, un proyecto interno llamado Ecopuma que busca, con acciones de rápida ejecución, abordar la problemática en ese rubro desde una perspectiva práctica y una teórica para construir una Universidad Sustentable. Por lo pronto, un vasto grupo de investigadores ya se ha dado a la tarea de diseñar acciones clave.

“Estamos estudiando y analizando qué tipo de medidas son las necesarias y cómo se pueden implementar. Convocamos a investigadores de facultades, institutos y centros de la UNAM para abordar, en conjunto, este asunto impostergable”, dice Mireya Imaz Gispert, coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA).

El PUMA se ha distinguido por diseñar y brindar capacitación a grupos de trabajo y estudio, tanto del sector público como del privado, involucrados en la problemática ambiental de todo el país; y por generar conocimientos básicos y propuestas de solución a problemas ambientales en los ámbitos local, regional y nacional.

“Ahora —indica la investigadora— se trata de volcar esa experiencia en nuestra casa, que no sólo es Ciudad Universitaria, sino también otros campos y sedes localizados en distintos lugares del país.”

Así, la UNAM echará a andar una serie de acciones encaminadas a convertirla en modelo del manejo sustentable de sus recursos y ejemplo para el entorno social.

“Además, si se alcanzan los resultados esperados en cuanto a reducción de emisiones de carbono, se abrirán puertas para obtener financiamiento por medio de organizaciones internacionales”, agrega Imaz Gispert.

Con la intención de lograr las expectativas, la coordinadora del PUMA considera necesario trascender la etapa conocida como “gestión o administración ambiental”, lo que significa un buen manejo de la energía, del agua y de los residuos.

“Debemos ir más allá y construir el concepto Universidad Sustentable. Se trata, sí, de que la institución se administre ambientalmente de manera adecuada, pero también de que desempeñe con más fuerza su papel que, como generadora de información y conocimiento, tiene en el diseño de un país ambientalmente equilibrado, socialmente justo y económicamente equitativo.”

Proceso de deterioro

De acuerdo con los estudiosos de la UNAM, el país transita por un proceso de deterioro de los recursos naturales, como el agua, los suelos y los bosques.

México es uno de los países con una de las tasas más elevadas de deforestación en el mundo; en él se pierde irremediablemente una considerable cantidad de especies biológicas y cobertura forestal, lo cual implica el rompimiento del equilibrio de los ecosistemas y el lanzamiento a la atmósfera de mayores emisiones de carbono.

En términos ambientales, la situación es riesgosa; incluso podría convertirse en un problema de seguridad nacional debido a la pérdida de suelos, contaminación del agua y abandono del campo. De ahí que sea impostergable que la Universidad Nacional desempeñe un papel determinante en la generación de alternativas.

“Es claro que las respuestas que se han dado en el país para frenar el deterioro ambiental no están funcionando —declara Imaz Gispert—. Por eso resulta urgente construir nuevas opciones desde nuevos paradigmas, sumando el saber de las diferentes ciencias y las variadas experiencias de manejos ambientales exitosos. La UNAM, por su diversidad y riqueza de conocimientos, puede y debe estar a la vanguardia para incidir en las decisiones de política pública respecto al manejo de recursos naturales.”

Respuesta académica

Creado en 1991, el PUMA es una instancia que se ha encargado de dar respuesta académica a los problemas del medio ambiente. Hoy en día, la intención es dotarlo de una función más dinámica y visible, tanto externa como internamente.

El PUMA está concebido como un puente entre la sociedad civil, los gobiernos y la iniciativa privada, por un lado, y la Universidad Nacional y los universitarios, por el otro. En cuanto a su trabajo, pretende presentar en el exterior lo que se está haciendo en la UNAM en materia ambiental, de manera que pueda ser utilizado en diferentes espacios; y dar a conocer dentro de la misma institución los problemas surgidos, para construir soluciones pertinentes.

El PUMA tiene como fin incidir en la resolución de problemas ambientales mediante el trabajo inter, multi y transdisciplinario, en atención a múltiples solicitudes provenientes de gobiernos, entidades paraestatales y de la sociedad civil.

“Generalmente se abordan proyectos interdisciplinarios; no obstante, si se plantea un proyecto específico, éste es remitido al área de investigación particular. Esta característica de trabajo muestra el vínculo directo entre las necesidades de la sociedad y lo que puede aportar la UNAM en materia de conocimiento y de investigación ambiental”, finaliza Imaz Gispert.

Capacitación

El PUMA cuenta con un área de capacitación permanente que ofrece cursos abiertos, dirigidos a estudiantes y profesionales. Además, organiza cursos, talleres y seminarios a partir de solicitudes expresas (en tales casos, afina y adecua los temarios a las necesidades específicas de quien los solicita).

Los temas de los cursos agotan el espectro de la temática ambiental: manejo de recursos naturales; restauración de ecosistemas; manejo de residuos; saneamiento de suelos, cuencas, ríos y lagos; impacto ambiental; sistemas de información geográfica y sobre el uso del Derecho y la interpretación de la ley ambiental, entre otros.

Comentario:

Surge en momentos en que ya es urgente acelerar el cuidado ambiental.