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jueves, 5 de febrero de 2009

Burocracia en el Consulado de México en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos.

Noticia:


Hace más de 8 años y medio que el coahuilense, residente estadounidense, José Paciano Morquecho Rivera, fue asesinado brutalmente en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos, y su crimen aún no ha sido esclarecido. Lo declararon "desconocido", su cuerpo fue a dar a la fosa común y ni siquiera avisaron a sus deudos.

En el consulado de México en Nueva Orleáns y en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a cargo de la canciller Patricia Espinosa Cantellano han ignorado la demanda de los familiares.

Ellos exigen la exhumación para que se le practique una prueba de ADN, a fin de corroborar que era él y conocer las causas que provocaron su fallecimiento.

"En la página de la SRE dicen que están para proteger a los mexicanos en el extranjero y que los consulados están para auxiliarte y vigilar que se respeten tus derechos humanos fundamentales. Pero el trato que nos han dado ha sido inhumano", aseguran a "EL UNIVERSAL" Consuelo y María de Jesús Morquecho Rivera.

Su dolor es inenarrable porque han sufrido demasiado, debido a que no se ha hecho justicia.

Relatan que por la salvaje golpiza que le propinaron desconocidos, su hermano murió el día 3 de julio del año 2000. Sus restos no han sido repatriados por la indolencia de la burocracia en el consulado de México en ese lugar.

Al igual que sus demás familiares están desesperadas y piden ayuda del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, para que a través de la cancillería se investigue, se esclarezca el crimen y se autorice el traslado de los restos a fin de darle cristiana sepultura en la ciudad de Monclova, de donde era originario.

José Paciano, de 50 años de edad, quien primero era migrante ilegal hasta que, consiguió la residencia, hablaba inglés e italiano, impartió clases de inglés en la Universidad de Austin, Texas.

Laboró en la fabricación de barcos, también reparaba o levantaba estructuras metálicas, sabía de electricidad, fontanería y plomería. La última vez se fue hace 20 años, y hasta 1996 escribía para informar como estaba, después les regresaban las cartas que le enviaban y ya no supieron nada de su paradero.

También era hermano de Héctor Morquecho, fundador y ex dirigente en Coahuila del ahora desparecido Partido Popular Socialista (PPS).

No fueron a buscarlo

"Mi hermano José Paciano vivía a en el número 1216 de Felicity Street, de Nueva Orleans, Lousiana, a unas cuadras del consulado de México, desde hace 12 años que solicitamos informes de su paradero insistentemente y nunca fueron a buscarlo", señalan.

Manifiestan que se sienten impotentes ante la indolencia de la burocracia diplomática que ignoró sus solicitudes, pues mandaron cartas al domicilio en lugar de enviar a una persona para verificar si vivía ahí.

Ahora que fueron a indagar supieron que el domicilio donde residía está a una distancia de 8 minutos en carro y a 32 minutos a pie de donde se encuentra el consulado. "Nos han dado un trato inhumano", aseguran.

Después de 12 años de angustia, miedo e incertidumbre sin tener razón de su consanguíneo se dedicaron a investigar por su cuenta y supieron que lo habían asesinado y cuando acudieron al Consulado les entregaron un acta de defunción donde se asienta que era un desconocido y que fue un homicidio.

El acta está firmada por el Jefe de medicina forense, Frank Millard, reconocido internacionalmente porque da conferencias en varios países.

"Supimos que a mi hermano lo golpearon brutalmente, le desfiguraron la cara y lo dejaron que se desangrara hasta que falleció y nadie nos avisó, pese a que tenían su número de seguridad social", señala Consuelo.

¿Estaba vivo?

Además, asevera, hay serias contradicciones en lo que declaró la policía de Nueva Orleáns y consideran que cuando lo encontraron estaba vivo y ni siquiera pidieron una ambulancia para auxiliarlo.

Ella muestra un legajo de escritos enviados al consulado y Relaciones Exteriores y una lista de funcionarios y de nueve policías que tomaron conocimiento de los hechos.

Considera que los agentes policiales de Nueva Orleáns son responsables de negligencia o encubrimiento, entre otros delitos, porque el reporte policial precisa que dejó de existir a las 9:08 horas y en el acta de defunción dice que murió a las 11:45 horas.

"Ahora está muerto, lo asesinaron y su crimen sigue impune", lamentan las mujeres que han decidido emprender una serie de manifestaciones de protesta en Saltillo, Monterrey y de ser posible en la ciudad de México hasta que las escuchen y les hagan caso.

Comentario:

Una muestra que nos ofrece el diario El Universal, de la poca preocupación que tienen ciertas autoridades mexicanas sobre el destino de nuestros compatriotas en Estados Unidos. Si eso pasa en el vecino país, ¿cómo será en otros?

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