Bazbaz renuncia; reconoce que falló

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Debido al “desgaste” que el caso Paulette generó en la Procuraduría mexiquense, Alberto Bazbaz renunció ayer a continuar al frente de la dependencia.

“Para que una Procuraduría pueda realizar sus funciones con eficacia es indispensable que cuente con la confianza, la credibilidad y el respaldo de la gente a la que sirve. Cuando esto se pierde, resulta imposible cumplir la responsabilidad”, afirmó en un mensaje leído en las instalaciones centrales que encabezó durante dos años, tres meses y siete días.

El funcionario fue el centro del debate por la desaparición y muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, al acusar en principio que se trató de un homicidio, tesis que no sostuvo al final de las investigaciones presentadas el viernes pasado. El caso se cerró al concluirse que fue un accidente.

Bazbaz mencionó que las investigaciones fueron en todo momento conforme a derecho. Como prueba, indicó que la Procuraduría General de la República y corporaciones del extranjero (como la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos, FBI) coincidieron con el resultado que obtuvo la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.

El caso se resolvió “sin tentaciones autoritarias de inculpar sin pruebas para satisfacer a la opinión pública o evitar costos políticos”, señaló.

El gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, aceptó la dimisión del funcionario para devolver confianza y credibilidad a la institución.

Anunció que ordenó a la Procuraduría la publicidad y transparencia de todas las pruebas que llevaron a la conclusión de la investigación, ante la “politización” y “lucro” que los partidos hicieron de la tragedia.