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Israel Soto ha dormido los últimos 10 años de su vida en automóviles porque se quedó sin casa a causa de la inundación del río de La Compañía en 2000. No fue indemnizado hace una década, ni ahora tampoco.
Una grúa situada en la lateral de la autopista México-Puebla, en la colonia Avándaro, le sirve de aposento nocturno.
Israel tenía 18 años cuando se reventó uno de los muros de contención del río de La Compañía hace casi una década. Vivía a 30 metros de distancia de la fractura mayor por donde se escaparon millones de litros de aguas negras que inundaron miles de viviendas de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca.
La Comisión Nacional del Agua acordó con él que le entregarían una vivienda en la unidad habitacional Cuatro Vientos, en Ixtapaluca, porque su casa tenía que ser demolida debido a que se encontraba en una zona de alto riesgo.
Le quitaron su casa
El gobierno del estado de México le notificó que Auris –actualmente Instituto Mexiquense de la Vivienda Social (Imevis)— sería la dependencia encargada de cumplir con lo prometido y que la casa de interés social para el joven mecánico sería la 50 C, que estaría ubicada en la calle Ciclón. Sin embargo, cuando Israel acudió para tomar posesión de su inmueble, se llevó la sorpresa de que la casa ya estaba ocupada.
“Cuando llegué una señora que no era de las afectadas por la inundación ya vivía en la casa, nunca me dieron algo para reparame el daño”, recordó.
Israel tocó puertas de los tres niveles de gobierno y nunca obtuvo respuesta. Uno de sus hermanos lo alojó en su casa, pero Israel duerme en los carros que le llegan para reparar.
Yolanda Arroyo es otra de las damnificadas de la inundación de 2000 a la que tampoco le resarcieron sus daños. Auris le entregó un terreno en la parte baja de la comunidad de Cuatro Vientos, pero nunca le dio las escrituras o algún documento que avalara su propiedad. Esa colonia es irregular pues no cuenta con servicios básicos.
Yolanda sólo lo cercó y construyó de manera provisional un cuarto por temor a que la fueran a desalojar, o la acusaran de querer fraccionar esos predios. Serafín resultó afectado por la inundación del 5 de febrero pasado. Perdió por segunda vez su taller mecánico que estaba a la altura del kilómetro 28 de la autopista México-Puebla.
Para repararle parte de sus daños le dieron hace unos días una vivienda en la unidad habitacional Pueblo Nuevo, en el municipio de Chalco, pero no le han entregado las escrituras.
Sin embargo, Serafín, quien perdió más de 500 mil pesos, no lo ha ocupado porque no tiene dinero para comprar muebles, todo lo perdió.
Negocios en quiebra
En tanto, propietarios de negocios de Valle de Chalco esperan que les den el financiamiento ofrecido por la Secretaría de Economía para reactivar sus establecimientos de los que no han obtenido ingresos desde el 5 de febrero cuando se desbordó el río de La Compañía.
Otro caso es el de Juan Pineda Torres, dueño de una maderería de la colonia San Isidro, quien perdió más de 1.3 millones de pesos, no quiere el financiamiento sino la reparación de los daños que sufrió.
“Nos dijeron que el interés anual es de 8% y que nos podrían prestar desde 200 mil hasta un millón de pesos, pero siempre y cuando cumpliéramos con algunos requisitos. Yo no quiero endeudarme, porque ya lo estoy”, explicó.
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