Golpistas en Honduras dicen que no invadirán embajada de Brasil.

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La Corte Suprema de Justicia de Honduras garantizó ayer a los diputados brasileños que el gobierno de facto no invadirá la sede diplomática del país sudamericano, donde se encuentra refugiado el depuesto presidente Manuel Zelaya desde el 21 de septiembre. Mientras tanto, el mandatario interino Roberto Micheletti aseguró que si las instituciones determinan que se debe ir y que Zelaya debe ser restituido, inmediatamente dejará el cargo.

Seis legisladores brasileños llegaron el miércoles a Tegucigalpa para verificar la situación de la embajada y de sus compatriotas y externar su preocupación ante las versiones de que el régimen de facto podría invadir el complejo para sacar a Zelaya. Sin embargo, el diputado brasileño Raul Jungmann afirmó que el presidente del máximo tribunal hondureño, Jorge Rivera, aseguró la integridad de la embajada, de los diplomáticos y de los brasileños residentes en Honduras. “Fue enfático. Dijo que no existe ninguna posibilidad de invasión. Afirmó que... podemos llevar a Brasil el mensaje de que la integridad de la comunidad brasileña en el país está garantizada”, subrayó en rueda de prensa.

Micheletti, por su parte, dijo en entrevista con la agencia de noticias EFE que “en el momento en que la población, en el momento en el que el Tribunal Supremo, en el momento en que la Fiscalía, en el momento en que el Congreso diga que yo no debo seguir, yo inmediatamente saco las fotografías que tengo ahí y me voy para mi casa”. Luego, se quejó: “A mí se me puso presidente y me responsabilizan por todo”. Indicó también que las propuestas que han surgido en los últimos días, como la presentada por el empresario Adolfo Facussé —que prevé la reposición de Zelaya para pasar a ser confinado en su domicilio y el despliegue de una fuerza multinacional— son “inauditas, no tienen ningún sentido verdaderamente legal”.

Zelaya tampoco se quedó callado y dijo en entrevista para el diario uruguayo El Observador que está dispuesto a presentarse ante la justicia para refutar a aquellos que le acusan de violar la Constitución de su país. Insistió en que “la solución de esta crisis pasa por mi restitución, por el respeto de la democracia”.

Sus simpatizantes volvieron a salir a las calles y se manifestaron frente a la embajada estadounidense, pese a que continúa el estado de sitio en el país, que Micheletti mantiene pese a los llamados de diversos sectores para que lo levante.