Ebrard sufre consecuencias de apagones.

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Aun cuando el suministro de energía eléctrica no depende del gobierno local, Marcelo Ebrard pagó ayer las consecuencias de las fallas que se han generalizado durante la semana en la ciudad de México, tras la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC).

“¡Queremos luz!, ¡queremos luz!”, le gritaron vecinos de la colonia Pedregal de Santo Domingo, en Coyoacán, al titular del GDF, quien visitó un comedor popular en el marco del Día Mundial de la Alimentación.

Lo anterior se sumó a que, para que el mandatario pudiera recorrer las instalaciones y hablar ante los usuarios de ese lugar, el equipo de logística tuvo que llevar una planta de luz, pues desde el lunes pasado no hay servicio de energía en la zona.

Al concluir el acto, los moradores de las calles Canacuate y Cicalco se colocaron frente al auto Honda del jefe de Gobierno capitalino para impedir que se retirara del Centro de Arte y Oficios “Unión de Colonos de Santo Domingo”.

Pero integrantes del equipo de seguridad intervinieron para abrirle paso al vehículo del mandatario local, lo que derivó en empujones entre los escoltas y vecinos.

La protesta opacó lo que parecía el desarrollo perfecto de una gira por Coyoacán, durante la cual Ebrard no había recibido más que elogios por su intervención para lograr la mesa de diálogo entre el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Secretaría de Gobernación.