Sindicatos, sumidos en la opacidad.

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De acuerdo con estudios dados a conocer por el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), los sindicatos en México se han convertido en una de las principales fuentes de corrupción y opacidad en nuestro país.

Abogados laborales como Carlos de Buen Unna, Héctor Barba, Arturo Alcalde y Graciela Bensunsan señalan que los tribunales del trabajo muchas veces responden a los intereses del capital o del Estado, pero también al de las cúpulas sindicales.

De Buen advierte que “la corrupción, lentitud y la ignorancia son características notorias de nuestros tribunales del trabajo”. Sin embargo, la corrupción —dice— no significa necesariamente que los integrantes de las juntas reciban dinero de las partes.

“Es muy frecuente que, estando de por medio intereses importantes de una paraestatal o de alguna empresa privada que revista especial importancia para el gobierno, la resolución del juicio atienda más a proteger esos intereses que a los aspectos jurídicos”.

Héctor Barba señala a su vez que impera la corrupción, “en los asuntos de naturaleza colectiva relativos a las solicitudes de registro y toma de nota sindicales, a los procedimientos de huelga, a los juicios de titularidad de los contratos colectivos”.


Arturo Alcalde señala que “buena parte de los problemas nacionales se enfrentan al viejo modelo de complicidades, en el que participan empresarios, gobiernos y los conocidos liderazgos que entienden al sindicato como un negocio personal”.

El estudio elaborado por Luis Emilio Giménez Cacho y dado a conocer por el IFAI, destaca que la asimetría de poder entre los empleadores y empleados en México, se ha acrecentado con los años y tiene severas consecuencias sobre la inequidad en la distribución de la riqueza.

“Los asalariados que participan como miembros de sindicatos, son apenas alrededor de 4 millones. La mayoría de ellos se encuentran sujetos a un régimen sindical en el que la disciplina y la sumisión son las condiciones para participar de los beneficios de los derechos colectivos”.

Giménez Cacho es actualmente titular de la Unidad Técnica de Servicios de Información y Documentación del Instituto Federal Electoral.

En su estudio, destaca que los sindicatos en México hasta hoy no están obligados a someterse al escrutinio público.

La única vía de transparencia indirecta es el reporte que tienen que hacer a las dependencias laborales sobre los padrones de miembros, designación de sus directivas, entrega de estatutos y contratos colectivos de trabajo.

“Aunque la Ley Federal del Trabajo prevé la obligación de las directivas sindicales de entregar a los miembros de la organización informes semestrales sobre el manejo del patrimonio y las finanzas sindicales, no existen sanciones al incumplimiento”.

Sin embargo, en opinión del especialista, la transparencia ha ganado terreno en el ámbito sindical y desde abril de 2007 los contratos colectivos de jurisdicción federal (mas de 16 mil) serán considerados información pública.

No obstante, de acuerdo con los últimos litigios ventilados en el IFAI, existen gremios como el magisterial, que permanecen férreamente cerrados por la opacidad que existe en sus sindicatos y en las dependencias del sector.

La Secretaría de Educación Pública se ha negado a dar a conocer el nivel laboral y sueldo de la lideresa Elba Esther Gordillo y también rechazó hace una semana dar a conocer el número de huelgas que ha realizado el magisterio este año.


Comentario:

"No tocarás a los sindicatos ni con el pétalo de una rosa" ¿Hasta cuándo?