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El gobierno español defendió el martes su plan de reforma laboral a pesar de la promesa de los sindicatos de convocar a una huelga general.
El ministro de Infraestructura, José Blanco, dijo que los cambios son esenciales para la creación de empleos, factor esencial para reducir la tasa de paro del 20% y estimular una economía que ha generado preocupación en los mercados acerca de la capacidad del gobierno de enfrentar sus deudas.
Entre otras disposiciones, las reformas facilitarían y abaratarían el despido de trabajadores por compañías que están perdiendo dinero.
Los sindicatos anunciarían la fecha de la huelga general en las próximas horas, pero según informes de prensa no se realizaría antes de septiembre.
Blanco dijo que la respuesta de los sindicatos a las reformas debería ser ''proporcional'' a los retos que enfrenta el país.
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